Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración a la Virgen de los Dolores para pedir ayuda en situaciones difíciles

Si atraviesas por un momento muy difícil en tu vida, puedes solicitar la ayuda de la Virgen de los Dolores con la oración que te enseñaremos a continuación.

Reza esta oración en situaciones difíciles, para recibir ayuda divina. Foto: Shutterstock
Reza esta oración en situaciones difíciles, para recibir ayuda divina. Foto: Shutterstock

Si atraviesas por un momento muy difícil en tu vida, puedes solicitar la ayuda de la Virgen de los Dolores con la oración que te enseñaremos a continuación.

Se dice que la imagen de la Virgen María con siete espadas clavadas en el pecho se apareció frente a Santa Brígida, pidiendo que los seres humanos recordáramos los 7 dolores de los cuales fue víctima: la profecía de Simeón, la huida a Egipto, los tres días que Jesús estuvo perdido, el encuentro con Jesús llevando la Cruz, su muerte en el calvario, el descendimiento, y la colocación en el sepulcro; además, le manifestó que a quienes los meditaran diariamente y le rezaran les serían concedidas 7 gracias.

Para recordar esta situación, siendo consciente de lo que atravesar la Virgen María en vida y teniendo en cuenta que puede ser la única que comprendería la situación por la que estás pasando, puedes rezar una oración a ella, especialmente en los momentos más difíciles; te dejamos una compartida por el portal ‘Virgen María Auxiliadora’.

Oración para situaciones difíciles

Madre mía, Virgen de los Dolores, te amo, de la noche a la mañana habitas en mi corazón, pues estás llena de dulzura, de ternura y amor, y siempre me recibes cuando siento angustia y dolor. Madre Santa de Piedad, dulce Madre del Buen Señor, en Ti confío, en Ti encuentro luz y consuelo, dicha y paz, pues nunca me niegas tu ayuda, tu amorosa protección, y no me dejas solo cuando me abruma la adversidad.

Te doy las gracias por ser ánimo y alivio mío, pues, aunque soy consciente de que mis sufrimientos no se acercan ni se pueden comparar con los que Tu pasaste, tengo la seguridad que te apiadaras de ellos y harás que sean escuchadas mis peticiones en la Alturas.

Virgen María, Santa e Inmaculada, que acompañaste a tu Hijo en el camino del dolor, quiero que me encamines por los mejores senderos y aumentes mi fe en tu hijo nuestro Salvador. Virgen Dolorosa, Virgen de toda piedad, por lo mucho que sufriste a los pies del Sacrosanto Madero, cuando viste a tu Divino Hijo inmolado en la Cruz, quiero que me enseñes a ser fuerte y valiente como Tú y obtén del Señor para mis faltas y culpas, perdón.

Virgen fuerte en el dolor, hoy te necesito más que nunca, soy tu hijo y me pongo en tus manos, en mi debilidad acudo a Ti, en mi muy difícil situación acudo a Ti, ampárame, dame tu apoyo piadosísima Señora, para que se aleje de mi la angustia y la inquietud. A Ti que eres mi esperanza mi amparo y mi auxilio, con toda mi fe te hago llegar mis problemas.

Tú que eres poderosa y mi buenísima madre Celestial, te pido que tu plegaria intercesora me asista ante tu Hijo Jesús, mi Divino Redentor, alcánzame sus favores y bendiciones y remedio para lo que es causa de mi desesperación, con humildad te imploro, te suplico, me ayudes en: (Pedir ahora el favor que se desea conseguir).

Virgen de los Dolores, misericordiosa y complaciente, Tú que nos libras de todo mal y pones en el Corazón Sagrado de tu Hijo Jesús nuestras plegarias, nuestras suplicas y ruegos, trae alivio a mis penas, trae felicidad a mi vida, devuelve a mi corazón la tranquilidad que tanto anhela. Tengo la seguridad que escucharás y me conseguirás esta y cuantas gracias te implore, pues las pido por el amor que tienes a tu Hijo, mi Señor.

Virgen María, Santa e Inmaculada, madre de todos los hombres, déjanos contemplar tus virtudes y enséñanos a imitarlas. Pide para nosotros el don de la paz de Cristo, escucha y atiende las súplicas de tus hijos y allánanos los difíciles caminos de la vida para que estemos siempre unidos y vivamos en paz. Que nos parezcamos a Ti cada día más, para agradar al Señor como Tú lo hiciste Madre Santa y vivamos así, en paz y alegría y lleguemos luego a compartir contigo la dicha eterna de la gloria eterna. Amén.