Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración a la Virgen María para las causas desesperadas

Cuando sientas que todo está perdido y que no existe solución alguna a ese problema que tanto te angustia, puedes acudir a la Virgen María y a su maravilloso poder.

Actualización
Oración a la Santísima Virgen María para las causas desesperadas. Foto: Shutterstock
Oración a la Santísima Virgen María para las causas desesperadas. Foto: Shutterstock

Cuando sientas que todo está perdido y que no existe solución alguna a ese problema que tanto te angustia, puedes acudir a la Virgen María y a su maravilloso poder.

Sabemos que hay situaciones por las que tienes que atravesar en la vida que resultan ser un poco angustiantes y frente a las cuales parece no haber salida alguna; y es que este tipo de obstáculos en el camino terminan afectándote en diferentes ámbitos, como si todo se encontrara estrechamente relacionado.

Sin embargo, es en este punto en el cual debes recurrir a la fe para comprender que no hay batalla que pueda ser ganada sin luchar hasta el último esfuerzo, y que solo necesitas un poco de sabiduría para aprender a enfrentar dichas adversidades y fortaleza para no desfallecer en el intento.

Por lo general, toda nuestra devoción la ponemos en manos de Dios, teniendo en cuenta que hacemos parte de sus fieles seguidores; sin embargo, en esta ocasión acudiremos a nuestra madre Señora y Reina, la Santísima Virgen María, pues es ella quien, con su inmenso amor y bondad puede ayudarnos a hacer posible lo imposible.

Oración para las causas desesperadas

¡Oh, Gran María, Virgen inmaculada, justicia de los sinceros, hija bondadosa y humilde del padre todopoderoso, madre gloriosa del hijo, esposa adorada del espíritu santo! Te adoro y pongo a tu merced todo de mi para que sea bendecido por ti. María, mujer amable e indulgente, voy ante ti y exijo tu presencia en estos momentos de agriedad para suplicar por tus favores. 

Madre gloriosa, madre bendita e inigualable, gran pañuelo de lágrimas de aquellos que lloran, justiciera divina de los que pecan, asistencia del sempiterno Dios consecutivamente, apiádate de todos los que con sinceridad amo y he amado. Te lo pido, por tu sagrado corazón, hogar de descanso de la Santísima Trinidad, taburete de tu fuerza, castillo de sabiduría y mar de tu bondad, acércate para que el espíritu santo naufrague eternamente en mí.

Acércate y concédeme lo que tanto necesito, lo que con la máxima fe posible te suplico, por los merecimientos de nuestro Señor Jesús y los de ti, si es la voluntad de la Santísima Trinidad y traerá bien en mi ser.

Hoy me presento ante ti porque sé que eres la majestuosa intervención divina, para implorarte por esta complicada petición, por esta inalcanzable circunstancia que tanta angustia me provoca y que me parece imposible de realizar por mi voluntad propia: (Haz la petición con fe).

Debes hacer la petición a la Virgen María con mucha fe y confianza. Foto: Pixabay
Debes hacer la petición a la Virgen María con mucha fe y confianza. Foto: Pixabay

Sé, que en mi alcance no está el conseguirlo por mis medios, pero sé que en tu mano está el poder y la luz con la que puedes iluminarme y concedérmela, y de esta manera yo logre solucionar las dificultades, angustias y malos ratos que provocan esta difícil situación.

¡Virgen Santísima, Reina y Señora de los ángeles celestiales, cónyuge del espíritu santo, ten siempre presente de que eres mi madre! Tú, que nos brindas la oportunidad de comunicarnos con tu hijo, que nos otorgas la oportunidad de hablar con Dios, te suplico que documentes mis peticiones para que sean atendidas con urgencia y eficacia.

Amada María, dulce madre mía, libérame de mis adversarios que corroen mi alma y la maldad que está en mi acecho, eternamente estaré agradecido y a ti serán mis sentimientos de devoción y fidelidad; ruega por todos los que a ti pedimos a tu Santísimo hijo, nuestro mentor, Señor y Salvador. Amén.