Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Semana Santa: poderosa oración para el Martes Santo

El Martes Santo se recuerda la traición y la deslealtad que vivió Jesús, por eso te enseñamos una oración para desapegarte de todo aquello que te aleja de Él.

Oraciones de Semana Santa: reza esta plegaria el Martes Santo. Foto: Shutterstock
Oraciones de Semana Santa: reza esta plegaria el Martes Santo. Foto: Shutterstock

El Martes Santo se recuerda la traición y la deslealtad que vivió Jesús, por eso te enseñamos una oración para desapegarte de todo aquello que te aleja de Él.

El último martes antes del Domingo Pascual, es un tiempo de reflexión sobre la entrega que tenemos con Jesús, recordando el acto de deslealtad del que fue víctima hace tanto tiempo. Mientras estaba en la mesa con sus discípulos anunció que sería traicionado por uno de ellos, y a pesar de que ellos mismos se creían incapaces de tal acción, su anunció se cumplió.

Judas, quien lo había seguido por mucho tiempo y fue testigo de sus milagros, lo terminó vendiendo por unas monedas; es por esta razón que hoy te dejamos esta oración, para desapegarte de todo lo que te impide seguir al Señor y no convertirte en un traidor más, compartida por el portal ‘Píldoras de Fe’.

Oración del Martes Santo

Señor mío, al levantarme y darme cuenta de todas las bendiciones con las que has colmado mi vida, te doy gracias… Gracias por el don de la vida y del amor. Quiero pedirte que me des la capacidad de saber escucharte con el alma dispuesta, con el corazón dócil, sencillo y abierto a tus inspiraciones.

Necesito encontrarme contigo en la oración, que me des tu fuerza y tu poder para poder sentir con humildad cada una de las manifestaciones de amor que a diario pones a todo mi alrededor. Quiero poder decirte con una absoluta verdad que por ti daría mi vida entera, pero luego me acuerdo de Pedro, quien sintió pánico venir sobre él, y por su debilidad, dejó que su corazón se inundara de miedo y negó hasta tu preciosa amistad.

Señor, no quiero dejarme llevar tampoco por decisiones basadas en mi propia humanidad, sino que, quiero que sea tu Palabra mi guía, pues no quisiera terminar como Judas, quien, habiendo sido un testigo presencial de tus milagros, de tus sanaciones y transformaciones, vendió su salvación por el afán del dinero; su corazón estaba apegado a lo material.

Oh mi Dios, destierra de mi corazón todo apego que no me permite amarte a plenitud, no quiero que algunos consuelos terrenales me roben la gracia de tu compañía. Muchas veces lloro mis pecados, mis malas inclinaciones y vicios atormentan y angustian a mi alma; soy débil Señor, lo sé, yo también puedo caer y debo estar atento, pero tú eres mi gran consuelo Señor, tu Santo Espíritu me anima a levantarme y a seguir adelante en tu nombre.

Sé que seguirte exige una entrega total y sacrificio de muchas cosas, pero aun así me acerco a ti para que me libres de mis propios egoísmos, de mi orgullo y de todo aquello que no me permite donarme a tu proyecto de servicio y amor. Eres el amigo que no defrauda, el que nunca abandona y el que, en la aparente derrota, manifiesta su grandeza y me levanta victorioso. “Me complazco en mis habilidades, en las injurias, en las necesidades, en las persecuciones, en las angustias sufridas por Cristo; pues cuando estoy débil es cuando soy más fuerte”. (2 Corintios 12,10).

Te amo Señor, eres el dueño de mi vida, el aliento de fuerza de mi corazón. Confío en que estás a mi lado ahora y me das la gracia, la perseverancia y todas las herramientas que necesito para superar todos mis malos apegos, y sanar las heridas de mi vida. Te amo, todo te lo entrego. Amén.