Los mejores hábitos para conservar un rostro joven: previenen la aparición de arrugas

Tener un rostro joven, con una piel tersa y radiante es el sueño de muchas mujeres; sin embargo, factores como los malos hábitos de sueño, una mala nutrición, la exposición al sol y a la contaminación y la falta de actividad física hacen muy difícil lograr este objetivo. 

La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y su función es evitar el ingreso de microorganismos y agentes externos dañinos a nuestro interior. Su aspecto puede ir cambiando conforme pasa el tiempo, ya que se van perdiendo los nutrientes que mantienen su firmeza y elasticidad. 

Para prevenir la aparición de signos de la edad prematuros, como las arrugas y las líneas de expresión, los expertos recomiendan tener una ruina de cuidado y buenos hábitos. A continuación te compartimos los mejores consejos para evitar el adelgazamiento de la piel con años. 

1. Usar protector solar todos los días: está comprobado científicamente que la explosión prolongada a los rayos ultravioleta del sol es de los factores que más favorece la aparición de arrugas y manchas en la piel. Usar un buen protector solar y reaplicarlo a lo largo del día puede ayudarnos a prevenir la aparición de estos signos de la edad.

Este hábito también es necesario para prevenir enfermedades, como el cáncer de piel, que con el adelgazamiento de la capa de ozono se está haciendo cada vez más común en la población general. 

2. Mantener hidratada la piel: una buena hidratación interna y externa es necesaria para evitar las arrugas, ya que la piel requiere de mucha agua para verse saludable y regenerarse. Se recomienda tomar al menos dos litros de agua al día y usar crema hidratante en la mañana y en la noche. 

3. Tener una buena dieta: la alimentación juega un papel fundamental para la conservación de nuestra salud y apariencia juvenil. Se recomienda realizar al menos 5 comidas al día que incluyan alimentos ricos en vitaminas, proteínas, nutrientes y minerales. 

4. Dormir bien: el buen descanso es necesario no solo para reponer la energía gastada durante el día, sino también para la reparación celular. Dormir al menos 7 horas en la noche previene la aparición de signos prematuros de la edad.