Por: Alexandra Méndez • Colombia.com

Nuestra Señora de la Merced: oración para implorar la libertad

Reza esta poderosa oración a la Virgen de la Misericordia para que interceda por los que están privados de la libertad. 

Oración a Nuestra Señora de la Merced para implorar la libertad. Foto: Shutterstock
Oración a Nuestra Señora de la Merced para implorar la libertad. Foto: Shutterstock

Reza esta poderosa oración a la Virgen de la Misericordia para que interceda por los que están privados de la libertad. 

Nuestra Señora de la Merced, también conocida como la Virgen de la Misericordia, es una advocación de la Virgen María que tiene el poder de interceder por aquellos que están privados de la libertad en todos los sentidos.

Según cuenta la tradición, la advocación surgió en el siglo XIII, cuando la Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco, San Raimundo de Peñafort y al rey Jaime I de Aragón para pedirles que fundaran una orden religiosa dedicada a la redención de los cautivos cristianos que estaban en manos de los musulmanes. 

Cada 24 de septiembre, la iglesia católica celebra a Nuestra Señora de la Merced. En este día, muchos creyentes acuden a ella para pedir por su libertad o la de sus familiares que están no solo en cárceles físicas sino también emocionales o sentimentales.

Si estás pasando por un momento de dificultad lleno de ataduras y desdicha, puedes rezarle a esta advocación y pedir su intercesión y protección. A continuación te compartimos una poderosa oración a Nuestra Señora de la Merced de la web Santa Virgen María.

Oración a Nuestra Señora de la Merced 

Nuestra Señora de la Merced.
Hoy imploramos tu misericordia para con nosotros.

Tú que eres madre de los privados de libertad, enséñanos a recuperar y mantener la libertad interior de los hijos de Dios.

Haz que nadie nos impida amar y ser amado, perdonar y ser perdonado y creer en la fuerza del bien en nosotros y en nuestros hermanos.

Danos fuerza por la cruz de tu hijo para que no nos dejemos vencer
por las circunstancias adversas.

Aliéntanos para que no nos cansemos en la lucha por la justicia.

Ayúdanos a mirar a nuestros hermanos con ojos misericordiosos,
a los que nos hacen el bien y mayormente a los que nos hacen el mal.

Sé tú nuestro consuelo en las horas de tristeza y aflicción e infúndenos ánimo para seguir adelante.

María, lleva nuestra oración a Jesús para que llegue por él al Padre
que nos ama como sus hijos, hoy y siempre.

Amén