Oración a María Reina del Papa Pío XII: fiesta litúrgica del 22 de agosto

El 22 de agosto la Iglesia celebra a María Reina, fiesta litúrgica instituida por el papa Pío XII en 1954. Conoce su oración y su significado espiritual

Por: Alexandra Méndez • Colombia.com
Oración a María Reina del Papa Pío XII. Foto: Shutterstock
Oración a María Reina del Papa Pío XII. Foto: Shutterstock

El 22 de agosto la Iglesia celebra a María Reina, fiesta litúrgica instituida por el papa Pío XII en 1954. Conoce su oración y su significado espiritual

La fiesta litúrgica de María Reina fue instituida por el Papa Pío XII el 11 de octubre de 1954, año en que se celebraron los 100 años de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción.

Durante la ceremonia, el papa Pío XII afirmó que la Virgen, por ser Madre de Dios, asociada íntimamente a la obra redentora de Cristo y modelo de santidad, merecía ser honrada como Reina del Cielo y de la Tierra.

Originalmente, la fiesta se celebraba el 31 de mayo, pero el Papa Pablo VI trasladó la celebración religiosa al 22 de agosto, exactamente ocho días después de la solemnidad de la Asunción de María para resaltar la unión entre ambos misterios. 

Esta fiesta litúrgica de origen católico busca reconocer a María como Reina y madre que intercede con amor por sus hijos ante Dios. Su veneración se relaciona con su maternidad divina, su santidad y obediencia.

María Reina es invocada como protectora de los pueblos y naciones, y su devoción se ha extendido a lo largo del mundo católico. Los fieles acuden a ella especialmente para pedir paz, unidad familiar, fortaleza espiritual y protección ante las dificultades.

A continuación te compartimos la oración que el papa Pío XII le compuso a María Reina para invitar a los fieles a acudir a ella en momentos de dificultad, pidiéndole que interceda por la humanidad y conduzca hacia Cristo.

Oración a María Reina del Papa Pío XII

María, “llena de gracia y bendita entre las mujeres”, extiende, te lo suplicamos, la mano de tu maternal protección sobre nosotras, tus hijas, que estamos en torno a tu trono de Reina, como falanges dóciles a tus indicaciones y resueltas a realizar con tu ayuda, en nosotros mismos y en nuestras hermanas, el ideal de la verdad y de la perfección cristiana.

Nuestra mirada se fija con admiración en ti, Hija Inmaculada y predilecta del Padre, Esposa del Espíritu Santo y Madre delicadísima de Jesús. Obtennos de tu Hijo el poder reflejar en nosotras tus sublimes virtudes en cualquier edad y cualquier condición.

Haz que seamos puras y sin mancha en nuestros sentimientos y en nuestras costumbres; compañeras dulces, afectuosas, comprensivas para con nuestros esposos; administradoras prudentes de nuestros hogares domésticos; ciudadanas ejemplares en nuestra querida nación; hijas fieles de la Iglesia, dispuestas a dejarnos guiar por ella en el pensar y en el obrar.

Ayúdanos, María amantísima con esta oración, a observar plenamente los deberes de nuestro estado y a hacer de nuestras moradas centros de vida espiritual y de caridad activa, escuelas de formación de las conciencias y jardines de todas las virtudes; asístenos a fin de que, incluso en la vida social y pública, sepamos ser un ejemplo de fe profunda, de práctica cristiana constante, de integridad incorruptible y de justo equilibrio, fundado sobre los más sólidos principios religiosos.

Bendice las intenciones que nos inspiras y las fatigas que nos ayudas a soportar, y que nos sea dado el poder ver, con tu auxilio, sus frutos abundantes en el tiempo y en la eternidad. Amén.