Oración para pedir por el descanso eterno de Miguel Uribe y cualquier persona fallecida
Una plegaria que reconforta el alma ante una pérdida. Reza por Miguel Uribe y por cualquier persona que ya no está contigo.

Una plegaria que reconforta el alma ante una pérdida. Reza por Miguel Uribe y por cualquier persona que ya no está contigo.
El pasado lunes 11 de agosto, se conoció la noticia del fallecimiento del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, tras dos meses internado en la Fundación Santa Fe de Bogotá, luego de sufrir un atentado durante un mitin político en la localidad de Engativá.
Aunque el senador había presentado avances significativos en su recuperación, su salud se deterioró drásticamente tras sufrir una hemorragia cerebral el sábado, hasta que finalmente falleció en la madrugada del lunes. La noticia generó conmoción nacional y desató una oleada de reacciones.
Desde que se conoció la noticia, algunos simpatizantes se han unido en oración por el alma de Miguel Uribe, cuyo funeral se llevará a cabo esta tarde en la Catedral Primada de Bogotá. En casos como este, la conexión con Dios es de gran ayuda para encontrar paz y serenidad espiritual.
En este momento, muchos colombianos están en la búsqueda de plegarias especiales para honrar la memoria de Miguel Uribe y pedir por su eterno descanso. Este tipo de oraciones no solo permiten rendir homenaje a la persona que partió, sino también encontrar consuelo y fortaleza en medio del duelo, por ello, a continuación te compartimos una poderosa oración de la web Devocionario que puedes dedicar al senador o a cualquier ser querido que ya no esté físicamente contigo.
Oración por el alma de un ser querido fallecido
¡Oh Jesús, único consuelo en las horas eternas del dolor, único consuelo sostén en el vacío inmenso que la muerte causa entre los seres queridos! Tú, Señor, a quién los cielos, la tierra y los hombres vieron llorar en días tristísimos; Tú, Señor, que has llorado a impulsos del más tierno de los cariños sobre el sepulcro de un amigo predilecto; Tú, ¡oh Jesús! que te compadeciste del luto de un hogar deshecho y de corazones que en él gemían sin consuelo; Tú, Padre amantísimo, compadécete también de nuestras lágrimas.
Míralas, Señor, cómo sangre del alma dolorida, por la perdida de aquel que fue deudo queridísimo, amigo fiel, cristiano fervoroso. ¡Míralas, Señor, como tributo sentido que te ofrecemos por su alma, para que la purifiques en tu sangre preciosísima y la lleves cuanto antes al cielo, si aún no te goza en él! ¡Míralas, Señor, para que nos des fortaleza, paciencia, conformidad con tu divino querer en esta tremenda prueba que tortura el alma!
¡Míralas, oh dulce, oh pidadosísimo Jesús! y por ellas concédenos que los que aquí en la tierra hemos vivido atados con los fortísimos lazos de cariño, y ahora lloramos la ausencia momentánea del ser querido, nos reunamos de nuevo junto a Ti en el Cielo, para vivir eternamente unidos en tu Corazón. Amén