Oración de San Pablo VI para pedir que llueva

Giovanni Battista Montini fue ordenado sacerdote cuando tenía apenas 23 años de edad, posteriormente, ejerció una importante labor pastoral con el movimiento italiano de estudiantes católicos, cuando trabajo como miembro de la Secretaría de Estado al ingresar al servicio papal.

Poco tiempo después, cumplió un papel muy importante en todas las ayudas que brindó la Santa Sede a los refugiados y presos de guerra, luego de haber sido nombrado secretario del Cardenal Pacelli. No fue sino hasta el pontificado de Pio VII que Montini fue nombrado arzobispo de Milán, momento de su vida en el que asumió una gran cantidad de retos, especialmente aquellos relacionados con los problemas sociales, llegando a ser conocido como el ‘arzobispo de los obreros’.

A sus 66 años de edad fue elegido papa y tomó el nombre de Pablo VI marcando la historia de gran manera; de hecho, fue el primer sumo pontífice en visitar tierras americanas; asimismo, se encuentra vinculado con el Concilio, desde la etapa de su desarrollo, hasta el proceso de su aplicación.

Este hombre dejó en vida todo tipo de plegarias que han sido replicadas con el tiempo y que siguen conservando la misma relevancia hasta el día de hoy; hoy te enseñamos una muy popular, perfecta para los días de gran sequía, con la que se puede pedir a Dios y a los Cielos, que llueva, compartida por el portal de la ‘Parroquia Nuestra Señora de la Salud’.

Oración para pedir que llueva

Dios Padre Nuestro, Señor del cielo y de la tierra. Tú eres para nosotros; existencia, energía y vida. Tú has creado al ser humano a tu imagen y semejanza, para que, con su trabajo, haga fructificar las riquezas de la tierra, colaborando así a tu creación. Somos conscientes de nuestra miseria y debilidad. Nada podemos sin Ti.

Tú, Padre Bueno, que haces brillar el Sol sobre todos y haces caer la lluvia, ten compasión de cuantos sufren durante la sequía en estos días. Escucha con bondad las oraciones que tu Iglesia te dirige con confianza, como escuchaste las súplicas del Profeta Elías, que intercedía a favor de su pueblo. Haz que caiga del cielo sobre la tierra árida, la lluvia tan deseada, para que renazcan los frutos y se salven los seres humanos y los animales.

Que la lluvia sea para nosotros el signo de tu gracia y bendición. Así, confortados por tu misericordia, te rendimos gracias por todo don de la tierra y del cielo, con que tu Espíritu satisfaga nuestra sed. Por Jesucristo, Tu Hijo, que nos ha revelado tu amor, Fuente de Agua Viva que brota hasta la vida eterna. Amén.