Divorcio: ¿Cuándo es el momento de decir "no más"?

 El otro lado de la moneda no siempre quiere decir que se deba ser infeliz ni que se tengan que terminar los sueños que alguna vez se tuvieron juntos.

Cuando se está casado y se cree que se hace para siempre, independientemente de la religión, se debe ser consciente de que todo puede llegar a su final y la solución sea soltar y permitir que nuestra pareja sea feliz por separado.

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Hay un punto en que la relación está tan desgastada que se debe parar por un momento y pensar, reflexionar sobre lo que se va a hacer.

¿Qué se debe tener en cuenta?

Hay preguntas claves que uno debe hacerse cuando comienza a pensar en el divorcio como opción:

-       ¿Soy feliz?

-       ¿Puede ser mi vida mejor sin mi pareja?

-       ¿Tenemos los mismos planes y expectativas que al comienzo?

-       ¿He dicho claramente lo que me molesta del otro?

-       ¿He intentado arreglar las diferencias de una buena forma?

-       ¿Hay otra opción diferente al divorcio?

-       ¿Puedo perdonar una infidelidad?

-       ¿Aún hay amor?

-       ¿Puedo superar la soledad?

-       Pensemos en nuestros hijos
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No es fácil porque al pensar en el divorcio somos conscientes de que vamos a empezar a cerrar un ciclo que nos puede cambiar la vida. Si las respuestas a estas preguntas no son nada fáciles de contestar, estás ante una posibilidad de empezar a entender si el divorcio es para ti.

En cambio si ya lo has pensado mucho y tienes claro que tus metas son diferentes y que en un futuro cercano y lejano estar en pareja o con tu pareja no es una opción, comienza a preparar tu mente para el cambio.

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¿Y si quiero volver?

Lo ideal es ‘agotar todos los cartuchos’ y como dicen, ‘luchar hasta el final’. Existen terapias de pareja que ayudan realmente a entender que estamos en una familia y como tal debemos estar abiertos a entender al otro y amarlo tal y como es.

No está de más esa conocida terapia de hacer una lista con las cosas negativas y con las positivas, pasarla por la razón y el corazón y dar nuevas oportunidades. Si de verdad se está dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva, se debe tomar como una nueva oportunidad de la vida para corregir lo que se ha hecho mal.

Una decisión justa

Si en cambio hay maltrato hacia alguno de los miembros de la familia o uno de ellos es reducido a labores domésticas o es víctima de la llamada ‘violencia invisible’, la solución está dada.

Nada vale que haya una familia si existe el maltrato, los gritos y comportamientos que no están aceptados en el juramento de amor que se hizo en pareja.

Una decisión justa es también aquella en la que, a pesar de que duele el alma un poco, al final, ambos pueden respirar tranquilos, por separado.