¿Cómo eliminar la pereza de tu vida? 5 consejos efectivos para conseguirlo

Probablemente habrás pasado alguna vez por esos momentos en el día en los que pierdes todo interés y concentración en lo que estás haciendo y preferirías estar haciendo algo más interesante o simplemente descansando, afectando por completo tu rendimiento y productividad; esto es a lo que comúnmente llamamos pereza.

Y es que, aunque a simple vista parece ser algo muy fácil de dejar, no es así, pues viene acompañada de sensaciones de desgano y pérdida de fuerzas en el cuerpo, y una terrible fuerza de voluntad que parece estar completamente destruida; la mente puede querer hacerlo, pero sencillamente el cuerpo se niega, lo entendemos. Pero, no te preocupes, hoy te daremos las claves para mejorar tus hábitos y dejar atrás dicho comportamiento.

Aprovecha las primeras horas del día

Por lo general, y sorprendentemente, somos mucho más eficientes en la mañana que en la tarde, por ende, lo recomendable es que aproveches este tiempo para adelantar la gran parte de tus labores o actividades pendientes. De hecho, hay una regla de los dos minutos, se trata de hacer inmediatamente todas aquellas tareas que te tomen dos minutos, de esta forma avanzarás más rápidamente.

Aleja las distracciones

La pereza puede atacar en cualquier momento del día afectando tu progreso, y no se irá rápidamente si tienes a tu alrededor agentes distractores, por lo que es necesario que te alejes de dichas tentaciones. Por ejemplo, no tengas tu celular cerca, desconecta el televisor, y busca la forma de bloquear tus redes sociales en un lapso de tiempo determinado para que no puedas ingresar hasta finalizar tus labores.

Poco a poco

Estudios han demostrado que se pueden llegar a necesitar hasta 70 días para crear un hábito, por lo que no esperes cambiar de la noche a la mañana tu vida. Para ser eficiente sin dejarte llevar por la pereza, es necesario que avances de a poco y vayas aumentando la dificultad a medida que pasa el tiempo.

Por ejemplo, concéntrate por completo en una sola tarea durante 5 minutos, descansa y luego retoma con otros 5 minutos; por otro lado, si lo que quieres es incluir el ejercicio a tu rutina diaria, inicia con actividades suaves como correr para que pasada una semana no termines aburriéndote. Tú eres el único que conoce tu propio ritmo.

Controla tu progreso

Debes plantearte siempre metas a corto plazo, un ejemplo puede ser todo aquello que quieres lograr en una semana; lo importante es que lleves un registro de dichos retos para que cuando finalice la semana puedas ver lo que cumpliste, lo que no, y en lo que debes mejorar. Por otro lado, también puedes optar por escribir lo que haces a diario, así sea sentarte a ver televisión, eso te ayuda a ver cuánto tiempo le estás dedicando a cada cosa y qué es lo que debes corregir.

Motívate con descansos

No te confundas, dejar la pereza no significa estar el 100% del día completamente ocupado y tener rutinas muy estrictas que no te den tiempo de hacer lo que te gusta; no eres una máquina, por ende, necesitarás momentos de descanso y esparcimiento. De hecho, puedes utilizarlo como un motivante, te propones terminar una actividad a determinada hora, y si lo haces tendrás 10 minutos más de lo habitual de descanso.