Por: Alexandra Mendez • Colombia.com

“Aún no puedo hacer las actividades que hacía antes”, las consecuencias del Covid prolongado

Conoce la variedad de síntomas y secuelas que sufren quienes padecen Covid prolongado.

El testimonio de una paciente con Covid prolongado. Foto: Shutterstock
El testimonio de una paciente con Covid prolongado. Foto: Shutterstock

Conoce la variedad de síntomas y secuelas que sufren quienes padecen Covid prolongado.

Transcurridos tres años desde que surgió la pandemia por el Covid-19, en Wuhan, China, investigadores de todo el mundo han podido ahondar más a fondo respecto a cómo actúa el virus en los diversos organismos, llegando a la conclusión de que aunque la mayoría de personas se recuperan al cabo de un par de semanas, algunas otras quedan con secuelas y problemas de salud que permanecen de por vida.

A esto se le conoce de dos formas: síndrome post covid o covid prolongado. El primero, provoca una variedad de síntomas nuevos, recurrentes o continuos en una de cada cinco personas de 18 a 64 años que tuvieron la enfermedad, ya sea leve o grave.

Mientras que el segundo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, es una afección multisistémica que comprende síntomas graves causados por el síndrome agudo respiratorio severo del coronavirus y afecta mayormente a pacientes entre 36 y 50 años.

En fechas recientes, Lucy Adams, periodista de la BBC, compartió su testimonio sobre cómo ha vivido el covid prolongado, asegurando que luego de tres años de haberse contagiado aún no puede hacer las mismas actividades que hacía antes. 

La profesional señala que aunque ha pasado por un largo proceso de recuperación con diversos médicos y especialistas, todavía tiene dolor crónico en las articulaciones, sensación de vértigo constante, fatiga y confusión mental la mayoría de los días.

“Si me miras, puede que pienses que estoy bien, pero para mí es terriblemente doloroso no poder hacer las actividades que solía disfrutar”, relata, explicando que antes amaba salir a pasear en bicicleta largas distancias todos los días y ahora le es imposible recorrer un par de calles. 

“Tres años después de contraer el virus en marzo de 2020, estoy sentada en una bicicleta estática en una sala de hospital en Glasgow con una máscara en la cara, haciendo pruebas de función respiratoria y pulmonar, y con dificultad para pedalear”, manifiesta.

Aunque Adams dice que se siente agradecida por no haber muerto y por el apoyo que recibe de sus familiares y allegados, aún se le hace muy difícil que a sus 46 años los médicos le indiquen que han visto a pacientes de 80 años realizar los mismos ejercicios que ella con mucha menos dificultad. 

“La mayoría de los días me siento increíblemente agradecida por todo el apoyo que he recibido de mis amigos, familiares, vecinos y extraños. También agradezco que ahora puedo hacer mucho más que al principio. Pero en los días malos, me siento terriblemente frustrada por estar muy lejos de sentirme al 100%”, expresa. 

La periodista narró que se contagió incluso antes del primer confinamiento y cuando por fin logró superar la enfermedad, meses después aún sufría síntomas como fiebre alta, dolores de cabeza agudos, migrañas, vértigo, dolor en las articulaciones, falta de aire, problemas gastrointestinales y fatiga crónica.

Ahora, tres años más tarde, Lucy Adams sabe que padece lo que hoy en día se conoce como “covid de larga duración” o “covid prolongado”, que hasta el momento no tiene cura ni tratamiento. 

"No hay una varita mágica. Pero estamos viendo investigaciones que muestran que clínicas especializadas en covid de larga duración en Inglaterra están ayudando a las personas a vivir con sus síntomas", dice la doctora Elaine Maxwell del Instituto Nacional de Investigación en Salud - NIHR.