Por: Karen Benavides • Colombia.com

¡Impactante! Hombre que tenía un piercing en la nariz terminó con la joya en su pulmón

Un hombre que tenía un piercing en su nariz fue al médico por una extraña tos y los médicos descubrieron algo impactante: tenía la joya incrustada en su pulmón.

Impactante: fue al médico por una extraña tos y encontraron una joya en su pulmón. Foto: Facebook /Zambian youths
Impactante: fue al médico por una extraña tos y encontraron una joya en su pulmón. Foto: Facebook /Zambian youths

Un hombre que tenía un piercing en su nariz fue al médico por una extraña tos y los médicos descubrieron algo impactante: tenía la joya incrustada en su pulmón.

Los piercings han ganado una gran popularidad en la sociedad actualmente, no solo en la población joven sino también en las personas mayores que se han liberado de todo tipo de prejuicios; de hecho, ha habido grandes avances en ello, en cuanto a estilos, materiales, la forma en la que se ponen o incluso en las zonas en las que se pueden lucir.

No obstante, existen diferentes recomendaciones por parte de los profesionales de la salud en lo que respecta a las perforaciones, pues se deben tener en cuenta cuidados especiales para evitar infecciones o alergias por una reacción del cuerpo, mala higiene o hábitos, o la falta de experiencia de la persona que lo pone.

Un hombre, precisamente, fue víctima de una catastrófica y poco convencional consecuencia, aunque no precisamente por no seguir las recomendaciones comunes; se trata de Joey Lykins, un hombre de Cincinnati, Estados Unidos, quien acudió al médico por un extraño malestar y terminó descubriendo que tenía una joya incrustada en su pulmón, la cual había perdido hace 5 años.

Tal como lo da a conocer el portal ‘Daily mail’, este hombre de 35 años de edad se preocupó al sentir una desagradable tos y un dolor muy fuerte en la zona de la espalda; de hecho, al acudir a revisión profesional, los especialistas creyeron que podría tratarse de una neumonía, hasta que realizaron las imágenes de rutina que dejaron ver una joya de aproximadamente 0,6 pulgadas.

Y es que, Lykins había tenido hacía 5 años un piercing nasal, teniendo en cuenta que siempre se caracterizó por ser una persona que sentía una gran atracción por las modificaciones corporales; sin embargo, una mañana al despertar notó que la joya ya no estaba en su nariz, por lo cual lo primero que pasó por su cabeza fue que lo había perdido y tan solo se limitó a comprar una nueva, sin imaginar el lugar en el que había terminado; “pensé que tal vez me lo había tragado. Chequeé por todos lados, volteé la cama, hice de todo”, dijo.

El caso terminó siendo una gran incógnita para los médicos, pues no comprendían las razones por las que el hombre no manifestó ningún síntoma anteriormente, presumiendo que podría ser producto de un tejido cicatricial que rodeó la joya y la ocultó, según lo demuestra el mismo medio.

Por fortuna, este hombre no tuvo mayores complicaciones, luego de ser sometido tres días después del hallazgo a una broncoscopia para retirar el objeto, en la cual insertaron un tubo con cámara por su garganta hasta llegar a su pulmón y finalmente sacar la joya con cuidado para no perforar dicho órgano.