Por: Alexandra Mendez • Colombia.com

Estudio revela que los niños que comen rápido tienen más riesgo de sobrepeso

En Colombia, existe una prevalencia de adultos de 18 a 64 años con sobrepeso del 37, 7% y del 18, 7% con obesidad.

Obesidad en niños. Foto: Pixabay
Obesidad en niños. Foto: Pixabay

En Colombia, existe una prevalencia de adultos de 18 a 64 años con sobrepeso del 37, 7% y del 18, 7% con obesidad.

El sobrepeso y la obesidad son definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud y generar enfermedades subyacentes que pueden desencadenar en la muerte.

Para diagnosticar la obesidad, generalmente se utiliza el Índice de Masa Corporal (IMC), como un indicador de la relación entre el peso y la talla de una persona. Este se calcula dividiendo el peso en kilos de una persona por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).

Cuando un índice de masa corporal es igual o superior a 25, se denomina sobrepeso; mientras que si es igual o superior a 30, se denomina obesidad, esta medida no se distingue entre hombres y mujeres de todas las edades.

De acuerdo con cifras oficiales, en el mundo existen más de 1.900 millones de adultos con sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones son obesos. En Colombia, existe una prevalencia de adultos de 18 a 64 años con sobrepeso del 37, 7% y del 18, 7% con obesidad, según la Encuesta Nacional de Salud del 2015.

Existen muchos factores que pueden influir en el desarrollo de la obesidad, entre estos están: la edad, el sexo, la raza, una alimentación poco saludable, el sedentarismo, factores socioculturales, factores conductuales, factores genéticos y ciertos medicamentos.

Un estudio realizado por el área de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición del Centro de Investigación Biométrica en Red (CIBEROBN) de España, publicado en la revista The Journal Of pediatrics concluyó que uno de los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de obesidad en la infancia se asocia a el comer rápido.

En dicho estudio, los investigadores evaluaron a un total de 956 niños y niñas entre los 3 y 6 años de edad, observando que quienes tenían una mayor velocidad en la ingesta de sus alimentos, presentaban una menor adherencia a la dieta mediterránea y tenían un mayor riesgo de padecer sobrepeso y obesidad, aumentando los niveles de grasa corporal, tensión arterial y glucosa en la sangre.

"No se ha establecido una definición universal para la velocidad de comer que algunos autores lo definen como el tiempo que una persona destina para realizar una comida. En nuestro estudio, en la población estudiada, los niños y niñas clasificadas en la categoría de 'comer rápido' reportaron comer en menos de 65 minutos en total (suma de minutos que destinaron a la realización de las 3 comidas principales, desayuno, comida y cena), es decir, unos 20 minutos en cada comida", explicó Nancy Babio, una de las autoras de este estudio.

El texto añadió que, de acuerdo con estudios anteriores, se ha comprobado que masticar lentamente y aumentar el número de ciclos de masticación durante una comida puede mejorar el desarrollo de la señal de saciedad y limitar la ingesta total de alimentos, reduciendo la probabilidad de obesidad.

Por lo tanto, el comer a una velocidad adecuada y masticar las veces necesarias es esencial para que la hormona que regula la saciedad llamada leptina, le indique al cerebro que ya se consumió la cantidad de alimentos suficientes y no se continúe con una ingesta excesiva que favorece la obesidad.