Mujer fue al médico por un grano en su rostro y descubrió que tenía cáncer

Día a día los profesionales de la salud insisten en la importancia de cuidar los hábitos, como la aplicación de protector solar, para evitar el desarrollo de enfermedades que pueden convertirse en mortales, como lo es el cáncer de piel; y es que, simples manifestaciones comunes en el cutis pueden alertar sobre algo mucho más grave, tal como logró comprobarlo Sarah O’Brien, una mujer de 37 años en Australia.

Tal como esta madre lo dio a conocer al portal ‘Daily Mail’, no habría prestado atención a un bulto que había aparecido en su rostro, en la zona de la sien, hasta que este comenzó a ser molesto; acudió a un médico para que se lo retirara, pues le incomodaba cuando corría su flequillo o lo tocaba por accidente, sin llegar a imaginar que en realidad tenía células cancerígenas.

Desde un principio, el experto le advirtió que eso no lucía bien, y con pruebas pudo comprobar que se trataba de un carcinoma de células basales, es decir, un cáncer de piel común; por fortuna, fue identificado a tiempo y tuvieron que realizarle un procedimiento quirúrgico de urgencia para extirpárselo de inmediato.

O’Bien dijo al mismo medio que, a pesar de que la noticia le causó un gran shock, pues creía que el cáncer era algo que solo afectaba a la gente mayor, es consciente de que ella misma pudo habérselo provocado por no cuidar su piel, teniendo en cuenta que no usaba protector solar mientras conducía, y por lo general todo el sol le daba en la cara, y el bulto apareció justo en ese lado.

Precisamente, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aseguran que “un cambio en la piel es el signo más común de cáncer de piel. Estos cambios pueden ser una lesión nueva que le salió en la piel, una llaga que no cicatriza o un cambio en un lunar”; además, “es importante protegerse de la radiación ultravioleta (UV) durante todo el año, no solo durante el verano o cuando se está en la playa”, para poder prevenirlo.

Sara, por ejemplo, asegura que siempre fue muy cuidadosa al aplicar bloqueador cuando sabía que iba a estar bajo el sol, pero no todo el tiempo como es recomendado por los médicos, y esto la llevó a atravesar por este gran susto del que, por fortuna, salió victoriosa, aunque fue un proceso largo, pues su cicatriz tardó 5 meses en sanar; “creo que todos creen que son invencibles hasta que sucede algo”, dice.

Ocho meses después de aquella amarga experiencia, esta mujer comparte su historia e intenta crear conciencia, para que las personas estén mucho más pendientes de las señales, cuiden su piel, y asistan a revisiones constantes; ahora, todos los días usa bloqueador y le enseña a su hijo de 3 años la importancia de protegerse del sol.