Padecer infecciones a lo largo de la vida nos hace ver más o menos viejos

El cuerpo humano es una poderosa creación, sin embargo, a pesar de todas sus capacidades, también se debilita y envejece, ese es el precio de la vida, pues esta también tiene fecha de caducidad, solo es cuestión de cómo y cuándo.

El mundo moderno se adapta a una vida acelerada, a un ambiente contaminado y a enfermedades ´de moda´, mientras que ya logró erradicar algunas que durante siglos acabaron con buena parte de la población en distintos lugares del mundo.

Una de las preocupaciones más extendidas por la población y replicadas hasta el cansancio por los medios de comunicación y la publicidad es la de retardar el envejecimiento, algo, que, a pesar de Los avances de la ciencia, todavía está lejos de lograrse de manera significativa.

Como no existe todavía un remedio ´anti edad´, si se pueden determinar, en la mayoría de los casos, todo aquello que más nos envejece, entonces nos remitimos a los hábitos, genética, lugar de residencia, clima, etc.

Arma natural

El sistema inmune que todos tenemos es el arma natural con que hemos sido dotados para defendernos de todo aquello que ataca nuestro cuerpo, y las infecciones han sido tradicionalmente el enemigo del cuerpo, por eso, conocer nuestro sistema y brindarle todo lo que pueda nutrir y reforzar es clave para la salud y también para la longevidad.

Cuando sufrimos de una infección, nuestro cuerpo lanza y desarrolla defensas para luchar contra esta, pero muchas veces esta batalla demanda gran esfuerzo, por eso acumulamos cansancio y señales de envejecimiento, entonces, no necesariamente quien se ve viejo es porque ha acumulado años, sino porque, seguramente ha padecido de varias infecciones en cualquier etapa de su vida, así lo han hecho saber investigadores del Centro Nacional de Microbiología, Instituto de Salud Carlos III en España.

Las células de nuestro cuerpo se van dividiendo a lo largo de la vida y son menos fuertes en la medida en que pasan los años, pero en especial, cuando recibimos alguna infección, pues los telómeros, protectores de los cromosomas, se desgastan y se ´cansan´, esto produce cansancio en el cuerpo que se ve reflejado con disminución de la energía y piel arrugada.

Teniendo en cuenta esto, verse joven no es cuestión de aplicar cremas, cirugías estéticas y ungüentos en la piel, es cuestión de mantenerse bien por dentro nutriendo nuestro cuerpo y llevando una visa saludable.