El insólito gol fantasma que se produjo en el fútbol argentino

Cuando hay partidos con VAR se producen errores de apreciación, y aunque se mire y se mire la jugada con imágenes tomadas desde varios ángulos, el árbitro puede tomar una equivocada decisión, la cual puede cambiar el rumbo del partido perjudicando a un equipo.

No todos los torneos del mundo cuentan con el VAR, incluso en naciones con enorme tradición futbolística y con una pasión desbordada por el balompié, que lo pone casi como una religión, caso de Argentina, el VAR solo se implementa en partidos de la primera división.

Durante un encuentro correspondiente a la Primera Nacional o torneo de segunda división del fútbol argentino se produjo una jugada insólita que terminó en gol, pero el árbitro no lo vio y decidió invalidar lo que era una anotación.

Durante el duelo entre Atlanta y Gimnasia y Tiro de Salta, un tiro libre a favor del equipo de Villa Crespo, el Atlanta, conocido como ´el bohemio´, terminó sorprendiendo hasta a los mismos narradores de la televisión, pues dio la impresión que el balón lanzado por Lucas Ríos había golpeado el vértice de la cabaña.

Ni el árbitro ni los jueces de línea lo vieron

Varios jugadores de Atlanta se aprestaban a celebrar, pero el árbitro permitió que el portero despejara y siguiera la jugada como si el balón simplemente hubiese golpeado los maderos de la cabaña del club albo del norte de Argentina.

A pesar de los reclamos del banco bohemio el gol nunca fue convalidado, pero diversas repeticiones mostraban que el balón traspasó la línea de gol, solo que golpeó una cruceta en la esquina izquierda del arco y volvió al campo.

La falta de VAR influyó en la decisión del árbitro, a quien no se le culpa por no poder ver la jugada, pues esta fue rápida y a muchos despistó, pero en la repetición a través de las imágenes de televisión se vio claramente que fue un gol legítimo.

El partido culminó con paridad a un gol, pero de haberse oficializado el gol pondría en mejor posición al equipo bohemio en su camino que lo conduzca a conseguir el sueño de regresar a la máxima categoría del fútbol argentino, algo que no sucede desde 1984, hace ya 40 años, época en la que se codeó por última vez con lo más selecto del balompié gaucho.