Sistema pensional: expertos hablan sobre sus puntos fuertes, falencias y cambios necesarios

Entre las tareas más importantes que tendrá el próximo gobierno de Colombia está tramitar una reforma pensional que corrija las ineficiencias del actual sistema. Sin embargo, las propuestas lanzadas por los actuales aspirantes a la Casa de Nariño generan debate sobre hacia dónde debe dirigirse un nuevo régimen.  

De acuerdo con el profesor de economía de la Universidad de Los Andes, Óscar Becerra, los cambios significativos que ha tenido el Sistema de Pensiones generaron un impacto positivo sobre la sostenibilidad del mismo. 

Las más recientes modificaciones han sido la Ley 797 de 2003 y el Acto Legislativo 01 de 2005. En ese sentido, citando una imagen del documento de Gabriel Piraquive y Juan Pablo Córdoba, el experto resalta como se logró reducir la deuda pensional casi a la mitad en 10 años al limitar los beneficios en el sistema. 

Becerra considera que este fue el mayor éxito de dicha reforma, así como aumentar el número de semanas de cotización y brindar recursos para la financiación del Fondo de Garantía de Pensión Mínima en RAIS. 

Además, el profesor aclara que el cambio en la fórmula de cálculo de las pensiones en el sistema de reparto incluyó un componente de progresividad, pero reconoce que no todo lo aprobado en dicha Ley fue completamente positivo. 

Para el profesor, la Ley 797 debió permitir flexibilidad en la fórmula de tasa de reemplazo del sistema de reparto y el aumento de edad mínima de pensión, ya que en la normativa estos aspectos quedaron fijos, lo cual impide actualizar estos parámetros teniendo en cuenta el envejecimiento de la población. 

A su vez, Becerra cree que esta ley debería contemplar la edad mínima de pensión de 60 a 65 años, algo que se viene hablando desde 1992. 

Entre tanto, José Antonio Ocampo, ex codirector del Banco de la República y ex ministro de Hacienda, opina que el problema radica en la competencia de Colpensiones con los fondos privados, pues esto debería ser algo complementario. 

Ocampo aseguró que es partidario de un sistema en el que subsista Colpensiones para pensiones de 1 a 3 salarios mínimos y fondos privados para quienes quieran una pensión mayor a esa suma. También sostiene que otro problema es el de las edades y urge a la realización de una reforma. 

Por su parte, Salomón Kalmanovitz, economista que integró la Junta del Banco de la República entre 1993 y 2005, señala que el régimen público es generoso, mientras que el privado es “muy mezquino”. Por lo tanto, se le hace necesario conseguir una forma para que el régimen se unifique.

Finalmente, Juan Camilo Restrepo, ex ministro de Hacienda, piensa que el gran problema radica en que gran porción de colombianos de los que hoy aportan al régimen no podrá pensionarse y considera que un aumento de edad no resolvería los problemas actuales. 

Tanto Ocampo como Kalmanovitz coinciden en que no ha habido interés ni voluntad política para corregir los errores en el sistema pensional, ya que han pasado varios gobiernos en los que no se ha presentado un proyecto para reformar esa ley. 

Becerra sostiene que hay tres razones trascendentes por las cuales no se ha radicado ninguna iniciativa. La primera es que una reforma pensional requiere mucho capital político pues es un proyecto impopular. La segunda es que es muy difícil generar consenso alrededor de la misma y las tercera es economía política, ya que una normativa que elimine los beneficios a las pensiones altas afectaría directamente a funcionarios del Estado y congresistas.