Reino Unido despide a Isabel II con un emotivo e histórico funeral

La reina Isabel II recibió un último adiós en el funeral de Estado en la abadía de Westminster, un emotiva e histórica ceremonia que cerró con broche de oro los diez días de luto nacional. 

La jornada comenzó hacia las 10:44 a.m. (hora local), cuando el féretro recubierto con el estandarte real salió del Palacio de Westminster, con el fin de correr varios kilómetros que lo separan de la abadía que comparte el mismo nombre. 

Los restos mortales de Isabel II fueron transportados por una cureña (carro de cañón), vehículo arrastrado por cuerdas por 142 miembros de la Marina Real, seguida por miembros de la familia real, a la cabeza de los cuales se hallaba el rey Carlos III. 

Jinetes de la Policía Montada de Canadá abrieron el cortejo fúnebre de Isabel II pese a que la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones), atraviesa por momentos complicados, teniendo en cuenta que algunos países pueden convertirse en república tras la muerte de la soberana. 

Tras de ellos, diferentes cuerpos militares desfilaron al son de las gaitas de regimientos escoceses e irlandeses. Encima del féretro, entre la corona imperial, el orbe real y el cetro de oro reposaba una tarjeta escrita a mano que decía:  "En memoria amorosa y devota". Firmado por "Charles R", el primogénito de Isabel II y nuevo rey, Carlos III.

En ese lugar, donde hace más de 70 años la reina y el príncipe Felipe contrajeron matrimonio y donde fue coronada en 1953, dos mil invitados esperaban el féretro real. Entre los asistentes se destacaron el rey de España, Felipe VI y presidentes de varios países como Joe Biden, de Estados Unidos y Emmanuel Macron, de Francia. 

La ceremonia

El féretro fue introducido en la abadía de Westminster a las 11:00 a.m. para que el coro lo recibiese con el canto ‘Yo soy la resurrección y la vida’, que ha sonado en cada funeral de Estado desde el siglo XVIII. 

Tras el recibimiento por el deán de Westminster, David Hoyle, y la lectura del Evangelio según San Juan por la primera ministra, Liz Truss, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, pronunció un sermón en el que destacó la vocación de servicio de Isabel II.

"Su difunta Majestad, como es bien sabido, declaró en su discurso de su 21 cumpleaños que toda su vida estaría dedicada a servir a la nación y a la Commonwealth. Rara vez se ha cumplido tan bien una promesa", dijo Welby.

El himno nacional ‘Dios salve al rey’, adaptado a su nueva letra tras la muerte de la reina, selló el funeral y, de cierta forma, un capítulo en la historia de Reino Unido.  Después, el país enteró realizó dos minutos de silencio en honor a la memoria de Isabel II y un lamento interpretado por un gaitero escocés, petición expresa de Isabel II, culminó la ceremonia. 

El cortejo fúnebre partió poco después del mediodía hacia el castillo de Windsor, donde Isabel II fue enterrada en una ceremonia familiar. Sus restos descarán junto a los de su marido, el príncipe de Edimburgo, sus padres y su hermana, la princesa Margarita.