Israel bloquea ayuda humanitaria a Gaza: crisis alimentaria en aumento

Casi un año y cinco meses han pasado desde el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, cuando Hamás lanzó un ataque sorpresa desde de Gaza hacia el sur de Israel. Este ataque, uno de los más mortales en décadas, llevó al gobierno israelí a declarar formalmente la guerra al día siguiente. Desde que tomó el control de Gaza en 2007, Hamás ha estado en conflicto con Israel, utilizando tanto estrategias políticas como militares.

El gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, ha decidido cortar el suministro de alimentos y ayuda humanitaria a la Franja Gaza para presionar a Hamás a liberar más rehenes y establecer nuevas condiciones para extender el alto el fuego. Netanyahu acusó a Hamás de controlar todos los suministros destinados a la Franja de Gaza y de desviar la ayuda humanitaria para financiar actividades terroristas.

Hamás desmintió estas acusaciones, calificándolas de "mentiras infundadas", con el respaldo de grupos de ayuda humanitaria que aseguran distribuir directamente a los necesitados. La ONU y otras organizaciones han denunciado que el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria viola el derecho internacional, acusando a Israel de utilizar el hambre como arma de guerra, algo que Israel niega.

Durante las primeras seis semanas del alto el fuego, aproximadamente 25,000 camiones cargados de alimentos, artículos de higiene y otros suministros esenciales ingresaron a la Franja de Gaza, mitigando la inseguridad alimentaria y mejorando las condiciones humanitarias. La decisión de Israel de bloquear la ayuda ha comenzado a aumentar los precios de los alimentos, y las organizaciones de ayuda están racionando sus escasas reservas.

Israel ha amenazado con cortar también el suministro de electricidad y agua si Hamás no cede a sus demandas. Human Rights Watch advirtió que este bloqueo podría paralizar gran parte de la infraestructura hídrica de Gaza en una semana.

El territorio de Gaza se asemeja a un escenario postapocalíptico: ruinas desoladas, montones de hormigón y acero destrozado, y la falta de viviendas e infraestructuras básicas. Las familias sobrevivientes se refugian en carpas, muchas de las cuales albergan hasta once integrantes. Con recursos limitados, se las ingenian para fabricar pan utilizando agua, aceite y harina, reuniendo madera y trozos de espuma para hacer fuego.