Papa León XIV canonizó a siete nuevos santos incluidos dos venezolanos
Ante miles de fieles en El Vaticano, el Papa celebró la “gran fiesta de la santidad”.

Ante miles de fieles en El Vaticano, el Papa celebró la “gran fiesta de la santidad”.
El Papa León XIV canonizó este domingo a siete beatos mártires en una ceremonia multitudinaria celebrada en la Plaza de San Pedro, en El Vaticano. En su homilía, el pontífice destacó que los nuevos santos “han mantenido encendida la lámpara de la fe, más aún, han sido ellos mismos lámparas capaces de difundir la luz de Cristo”, en alusión al legado espiritual de cada uno de ellos.
La celebración congregó a peregrinos de diferentes países que viajaron para presenciar el acto de canonización, que el propio papa León XIV definió como “una gran fiesta de la santidad”. Durante el evento, se pudo observar una gran presencia de fieles venezolanos, que celebraron la canonización de los dos primeros santos del país suramericano: la religiosa María del Monte Carmelo Rendiles Martínez y el doctor José Gregorio Hernández, conocido como el “Médico de los Pobres”.
El Papa también compartió un mensaje en su cuenta oficial de X, en el que recordó el ejemplo de los nuevos santos y su papel como testimonio de fe para la Iglesia universal.
Hoy están ante nosotros siete testigos, los nuevos santos y las nuevas santas, que con la gracia de Dios han mantenido encendida la lámpara de la fe, más aún, han sido ellos mismos lámparas capaces de difundir la luz de Cristo. https://t.co/qbgeR5BmUY
— Papa León XIV (@Pontifex_es) October 19, 2025
“Hoy están ante nosotros siete testigos, los nuevos santos y las nuevas santas, que con la gracia de Dios han mantenido encendida la lámpara de la fe”, escribió el pontífice en la publicación.
José Gregorio Hernández, el “Médico de los Pobres”
Entre los siete canonizados, la figura del doctor José Gregorio Hernández Cisneros concentró gran parte de la atención de los fieles y de la prensa internacional. Nacido el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, estado Trujillo, Hernández es reconocido por su labor médica y científica, además de su compromiso con los enfermos más vulnerables.
Fue pionero en la enseñanza de la medicina moderna en Venezuela e introdujo el microscopio en el país, lo que marcó un hito en la investigación médica nacional. Sin embargo, su mayor legado es su testimonio de vida: atendía gratuitamente a los más pobres y dedicó su profesión a aliviar el sufrimiento humano.
Aunque en dos ocasiones intentó ingresar a la vida religiosa, una afección respiratoria le impidió hacerlo. Decidió entonces servir a Dios desde su vocación médica, lo que lo convirtió en un símbolo de santidad laical y en una de las figuras más queridas por el pueblo venezolano.
La canonización de José Gregorio Hernández y de la madre María del Monte Carmelo Rendiles representa un hito histórico para Venezuela, país que ve reconocido oficialmente el testimonio de dos de sus más grandes figuras religiosas ante toda la Iglesia Católica.