Bogotá: así es el transporte público en la capital colombiana
Este 6 de agosto todo es fiesta en Bogotá, pero no se puede ser ciego ante una cruel realidad: el deficiente sistema de transporte que tiene la ciudad.

Este 6 de agosto todo es fiesta en Bogotá, pero no se puede ser ciego ante una cruel realidad: el deficiente sistema de transporte que tiene la ciudad.
Bogotá es una de las urbes más importantes de toda Latinoamérica, siendo considerada como una megaciudad, junto con otras grandes como Buenos Aires y Ciudad de México. Sin embargo, para nadie es un secreto que como capital de Colombia aún le falta mucho en un tema de suma importancia para cualquier ciudad: el sistema de transporte público.
Actualmente, Bogotá cuenta con servicios como buses, busetas, colectivos y taxis que se mueven dentro de la periferia bogotana, aunque, sin duda alguna, el sistema más importante es el liderado por la empresa TransMilenio (articulados rojos, buses azules y rutas alimentadoras verdes).
De acuerdo con un informe presentado por El Tiempo, casi dos millones y medio de personas usan este servicio para moverse dentro de la ciudad. En números más grandes, este sistema de transporte mueve más de 15 millones de bogotanos a la semana (lunes a sábado), así como 60 millones al mes y 720 millones al año. Por supuesto, estas cifras validan lo que la revista Semana dijo hace ya casi cinco años: “hay un grave problema de hacinamiento”; problemática que, en 2019, sigue y, peor aún, crece.
“No podemos ingresar fácilmente a ningún bus rojo”, “Es increíble, debo esperar 15 o 30 minutos para poder subir a un articulado. A veces debo dejar pasar 2 o 3 buses antes de poder subirme a uno y tampoco es que vaya muy cómodo”, son algunas de las quejas que se escuchan en los 9 portales y 139 estaciones con las que cuenta TransMilenio hoy en día.
Escucha acá las principales emisoras informativas de Colombia
SITP: ¿problema o solución?
Ahora bien, los ciudadanos pensaron que con la llegada del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), en 2012, las cosas iban a mejorar. No fue así. Los buses azules prometían convertirse en una novedosa forma de movilidad, pues llegaban con la promesa de acabar con gran parte de los 'trancones' en la ciudad, eliminar por completo los llamados ‘buses tradicionales’ y establecer un único sistema integrado, entre los vehículos del SITP y el TransMilenio. Con el paso del tiempo (siete años), el último punto es el único que se ha hecho realidad.
Primero, las congestiones aún siguen, con una contribución enorme por parte de los buses azules, ya que son estos los que más problemas presentan en las calles. En vías importantes como la Avenida Boyacá y Avenida 68, todos los días se ven grúas que transportan de un lado a otro de la ciudad los vehículos del Sistema Integrado de Transporte, ya sea por fallas mecánicas o accidentes en los que se ven involucrados.
A esto se le suma el hecho de que los buses, colectivos y busetas del pasado aún siguen transitando en la ciudad, aunque en menor cantidad. Denominados como ‘SITP Provisionales’, los buses tradicionales todavía transportan a los bogotanos sin registradoras propias del sistema integrado, ni mucho menos con los requisitos ambientales apropiados.
Según Noticias Caracol, para junio de 2015, estos buses debían salir de circulación, tema que se fue alargando hasta abril de 2018, cuando se dijo que darían cinco meses para poder acabar con este medio de transporte en Bogotá. Septiembre de 2018: nada pasó. Hoy en día se habla de 3 años más de espera para poder dejar en el olvido cerca de 140 rutas del ‘SITP Provisional’.
¿Por qué aún siguen? La respuesta es muy sencilla: aún hay demanda de usuarios para estas rutas. “Los SITP solo recorren dos o tres barrios y ahí se acaba la ruta. Eso no nos sirve.”, y “Hay algunas que sí reemplazaron los recorridos de los antiguos buses, pero hay otras que, además de ir llenas, no abarcan gran parte de la ciudad, entonces nos toca recurrir a las busetas viejas”, explicaron algunos ciudadanos.
Asimismo, el hacinamiento continúa, pues, a diferencia de los antiguos buses, la mayoría de los SITP cuentan con tan solo 13 sillas (los pequeños) y 20 a 23 (los grandes), así como un corredor en el que más de 30 personas deben luchar por ocupar, no un asiento, sino un espacio de pie. En pocas palabras, para la gerencia de Bogotá, entre más personas hacinadas quepan en un bus mucho mejor: se deben comprar menos vehículos, mientras que el número de usuarios sigue igual, incluso, crece un poco más. El negocio perfecto.
Mala administración
Otra problemática presente es la ineficacia que han tenido las cinco administraciones que han pasado por Bogotá, en los casi 20 años de funcionamiento que lleva TransMilenio.
Según reportes alojados en su página web, actualmente el sistema cuenta con 114,4 kilómetros de cobertura en la ciudad. Es decir, no son ni el 50% de los 388 km que debían cubrir Bogotá para 2016, esto, de acuerdo con información suministrada por el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES).
“La ciudad crece y TransMilenio sigue igual a como estaba hace ocho años. Es como si un niño de 10 años a los 18 años tiene la misma ropa”, explicó un operador en conversación con Semana.
Con todo esto, desde el pasado 2 de febrero, tanto el pasaje de TransMilenio como el de los buses azules presentó un aumento de 100 pesos. Este fue el cuarto incremento que ha dado durante el mandato del alcalde Enrique Peñalosa, quien, desde que ocupó el poder en 2016, ha subido el costo del servicio TransMilenio en 600 pesos (1800 a 2400), y 700 para el SITP (1500 a 2200).
Así las cosas, desde febrero transportarse en los buses rojos tiene un costo de 2400 pesos (el tercero más costoso de Colombia, por detrás de Cartagena y Bucaramanga), mientras que moverse en los azules cuesta 2200.
Así ha aumentado el pasaje de TransMilenio a través del tiempo
2019: $2.400
2018: $2.300
2017: $2.200
2016: $2.000
2015: $1.800
2014: $1.800 y $1.500
2013: $1.700 y $1.400
2012: $1.700
2011: $1.750
2010: $1.700
2009: $1.600
2008: $1.500
2007: $1.400
2006: $1.300
2004: $1.200
2003: $1.100
2002: $1.000
2001: $900
2000: $800
Incremento SITP
2019: $2.200
2018: $2.100
2017: $2.000
2016: $1.700
2015: $1.500
2014: $1.800 y $1.500
2012: $1.700 y $1.400