Dura crítica de Petro al EMC por mantener cese a pesar de suspensión de diálogos

Si bien la política de Paz Total ha presentado avances como la extensión de la tregua en Buenaventura (Valle del Cauca) entre ‘Shottas’ y ‘Espartanos’, no pasa por su mejor momento por cuenta del actuar tanto del ELN como del Estado Mayor Central de las Farc (EMC), dos de las estructuras armadas ilegales más grandes del país y con las cuales el Gobierno nacional mantiene conversaciones de paz.

Justamente, el 5 de noviembre el grupo residual al mando de alias Iván Mordisco anunció la suspensión de la mesa de diálogos con la actual administración debido a, según un pronunciamiento, la militarización de zonas donde están ubicados campesinos y comunidades indígenas. Esto haciendo posible referencia a la presencia de las Fuerzas Militares en el corregimiento El Plateado, municipio de Argelia (Cauca); por lo que el EMC sugirió mantener el cese al fuego bilateral a pesar de la suspensión de la mesa.

Esa afirmación no cayó bien en Casa de Nariño, motivo por el cual el presidente Gustavo Petro lanzó un duro cuestionamiento al reducto de las antiguas Farc. A través de un extenso trino publicado en la medianoche del martes 7 de noviembre, dijo en primer lugar que la comunidad de El Plateado, en el Cañón del Micay, sí está pidiendo la presencia de la fuerza pública (contrario a lo afirmado por la disidencia) para sustituir rentas ilícitas como el narcotráfico.

“Estos territorios no han sido ganados militarmente por los nuevos grupos, sino más bien el Estado les ha abierto las puertas; en algunos casos como el cañón del Micay, han sido ocupados ilegalmente gracias a la ayuda de funcionarios que reciben sobornos. Las denuncias sobre mandos de la fuerza pública que entran en asocio con los nuevos grupos para rentar del negocio ilícito han aumentado”, sostuvo el mandatario en su publicación.

De paso, sostuvo que él mismo dio la orden de llevar a cabo la Operación Trueno que permitió a las Fuerzas Militares recuperar el control del Cañón del Micay tras la ocupación del EMC desde 2018. En medio de esas labores castrenses, fue presionado el cese al fuego y el inicio de las negociaciones de paz con el reducto insurgente pero, según su pronunciamiento, la disidencia no ha acogido lo establecido en el decreto presidencial de cese al fuego que estipuló el despeje de los centros poblados y las vías principales y secundarias.

Así las cosas, insistió en que “no es posible” desatender la mesa de diálogos sin romper el cese bilateral. Este “solo es posible si avanza la negociación en sustitución de la economía ilícita y el fin de hostilidades a la población civil”, concluyó Petro en su fuerte crítica.