Muerte de menor cambia el rumbo del caso del taxista que arrolló a 11 personas

La Fiscalía imputó homicidio agravado al taxista que, en estado de embriaguez, arrolló a 11 personas en el sur de Bogotá

Por: Camila Hernandez • Colombia.com
Taxista es condenado por homicidio agravado tras el atropello masivo en Bogotá. Foto: Twitter @FiscaliaCol
Taxista es condenado por homicidio agravado tras el atropello masivo en Bogotá. Foto: Twitter @FiscaliaCol

La Fiscalía imputó homicidio agravado al taxista que, en estado de embriaguez, arrolló a 11 personas en el sur de Bogotá

La Fiscalía General de la Nación imputó nuevos cargos por homicidio agravado al taxista que, en estado de embriaguez, arrolló a 11 personas en el sur de Bogotá, un hecho que terminó con la muerte de una menor de 15 años. La decisión se tomó luego de confirmarse el fallecimiento de una de las víctimas, dos semanas después del accidente, quien permanecía hospitalizada tras el grave accidente ocurrido en la localidad de San Cristóbal.

El taxista, identificado como José Eduardo Chalá Franco, ya había sido judicializado por tentativa de homicidio y lesiones personales agravadas. Sin embargo, la evolución del estado de salud de la adolescente obligó a la Fiscalía a reforzar la imputación durante una nueva audiencia ante un juez de control de garantías. El procesado no aceptó este cargo adicional y continuará vinculado al proceso penal mientras avanzan las diligencias judiciales.

El accidente que dejó 11 personas heridas en San Cristóbal

Los hechos se registraron la noche del 8 de noviembre en el barrio La Sierra, cuando el taxi que conducía Chalá descendía por una pendiente a alta velocidad. De acuerdo con la investigación, el vehículo perdió el control, se subió al andén y antes de llegar a este arrolló a varias personas que caminaban por la zona, entre ellas adultos y menores de edad.

El impacto generó escenas de pánico entre los residentes del sector. Testigos alertaron de inmediato a los organismos de emergencia, que trasladaron a los heridos a diferentes centros asistenciales del sur de la ciudad. Algunas víctimas presentaron fracturas y traumatismos severos, lo que obligó a su ingreso a unidades de cuidados intensivos.

Las autoridades confirmaron que el conductor manejaba con grado tres de alcoholemia, el nivel más alto contemplado por la ley, un elemento que se convirtió en una de las principales pruebas del proceso.

Durante la audiencia, la Fiscalía expuso material probatorio que incluye registros de cámaras de seguridad, informes de tránsito y los resultados de los exámenes de alcoholemia practicados al conductor tras el accidente. Según el ente acusador, estos elementos permiten establecer que el taxista actuó con un alto nivel de irresponsabilidad y puso en riesgo la vida de terceros.

La investigación también determinó que el vehículo terminó estrellado contra una vivienda cercana, lo que evidenció la fuerza del impacto y el descontrol con el que era conducido. Para la Fiscalía, la conducta del procesado representó un peligro evidente para la comunidad.

Mientras tanto, otras personas continúan en procesos de recuperación física y médica. El caso sigue en etapa judicial, con el acusado privado de la libertad y a la espera de que se definan las siguientes fases del proceso penal, que ahora contempla un escenario más complejo por la imputación de homicidio agravado.