Por: Juan Carlos García Sierra • Colombia.com

Humilde hombre bendijo a su verdugo antes de ser asesinado en un caso de falsos positivos

Durante la audiencia de la JEP en donde se imputaron cargos a 10 militares por su presunta participación en casos de falsos positivos en Antioquia, un suboficial contó que un hombre inocente que sería asesinado bendijo a sus victimarios antes de ser baleado.
 

El cementerio de Dabeiba fue el lugar en donde se escondieron civiles ejecutados extraoficialmente. Foto: Youtube
El cementerio de Dabeiba fue el lugar en donde se escondieron civiles ejecutados extraoficialmente. Foto: Youtube

Durante la audiencia de la JEP en donde se imputaron cargos a 10 militares por su presunta participación en casos de falsos positivos en Antioquia, un suboficial contó que un hombre inocente que sería asesinado bendijo a sus victimarios antes de ser baleado.
 

Los testimonios escuchados en el marco de las audiencias sobre las ejecuciones extrajudiciales conocidas como ‘falsos positivos’ son sobrecogedores y en ellos se resume el dolor y lo absurdo de la violencia, un monstruo que no respeta a nadie, pero que en Colombia se han ensañado con los más débiles.

Los testimonios de las víctimas, familiares de estas y testigos de los hechos de violencia son desgarradores, pero también los victimarios han narrado con sus propias palabras los actos propios de las ejecuciones, incluso han descrito, algunos con frialdad, otros consternados, la forma en que se cometían asesinatos en contra de personas inocentes.

El departamento de Antioquia, tradicionalmente ha sido uno de los escenarios más sangrientos de la violencia sin sentido que ha debido que soportar el país, y en él, son muchos los casos de ‘falsos positivos’ presentados, de hecho, el general en retiro Mario Montoya, excomandante de la Cuarta Brigada con sede en este departamento, y excomandante del Ejército Nacional, rendirá en el mes de septiembre y por segunda ocasión, una versión libre ante la JEP por las ejecuciones extrajudiciales.

Dabeiba, población conocida como la puerta hacia el Urabá antioqueño, ha sido un municipio golpeado por la violencia durante décadas, y se habla de que allí, lo que hoy se llaman falsos positivos, ya se conocían en su territorio desde inicios de los años 80, porque hace 40 años se presentaron como guerrilleros ‘dados de baja’ en combate a labriegos humildes.

El cementerio de Dabeiba fue testigo de cómo los militares escondían a personas asesinadas para luego ser presentados como guerrilleros, lo mismo sucedió con desmovilizados que luego de entregarse eran ejecutados.

Un sargento contó ante la Jurisdicción Especial para la Paz que comunicó a su coronel que un excombatiente se quería acoger a la desmovilización, entonces el oficial le pidió que realizara todo el trámite, recibiera al hombre, le hiciera creer en el éxito del proceso y luego lo asesinara.

El sargento segundo William Capera manifestó que varios de los asesinados en Dabeiba procedían de Medellín, algunos eran consumidores de droga y otros eran habitantes de calle o personas desempleadas con graves problemas económicos que ante la promesa de un empleo accedían a viajar para luego ser engañados y asesinados.

El sargento Capera dijo que una ocasión fue testigo de la ejecución de un hombre humilde que antes de recibir los disparos de arma de fuego bendijo a todos los que se encontraban allí, (min 4:34 en el video) tanto a su verdugo como a los testigos del hecho.

El suboficial también aseguró que quienes se oponían a los falsos positivos, fueran soldados, suboficiales u oficiales, se les ‘montaban’ falsas operaciones militares, para caer en ellas asesinados por balas provenientes de su propia tropa.

Por estos hechos la JEP imputó cargos a 10 militares, entre los que se encuentran tres coroneles y dos mayores, además del excomandante de la Brigada 11, el coronel en retiro Jorge Amor.