Por: Yuly Solis • Colombia.com

Papa León XIV beatificará a Inés Arango: La misionera colombiana que entregó su vida por amor

El Papa aprueba proceso de beatificación de la monja colombiana, Inés Arango y el obispo Labaka. La misionera que entregó su vida por amor.

Actualización
Inés Arango, la monja que dio la vida en la selva, ahora rumbo a la beatificación. Foto: terciariascapuchinas.org
Inés Arango, la monja que dio la vida en la selva, ahora rumbo a la beatificación. Foto: terciariascapuchinas.org

El Papa aprueba proceso de beatificación de la monja colombiana, Inés Arango y el obispo Labaka. La misionera que entregó su vida por amor.

Este jueves, 22 de mayo de 2025, el papa León XIV firmó el decreto que reconoce la "ofrenda de vida" de la monja colombiana Inés Arango y del obispo español, Alejandro Labaka Ugarte, marcando así el inicio formal de su proceso de beatificación. Este reconocimiento es uno de los primeros actos oficiales del pontífice, en el ámbito de las canonizaciones desde su elección, el pasado 8 de mayo.

El 21 de julio de 1987, la hermana Inés y el obispo español Alejandro Labaka Ugarte fueron asesinados en la zona de Tigüino, Ecuador, por miembros de una comunidad indígena no contactada. Ambos intentaban proteger a estas comunidades del avance de las empresas petroleras en sus territorios. 

La muerte de ambos servidores, fue considerada como un acto de entrega total en defensa de los más vulnerables, lo que hoy les da el camino a la beatificación.

"Al día siguiente, cuando regresaron a recogerlos en helicóptero, sus cuerpos fueron hallados atravesados por flechas y lanzas", lo que muestra, según el Dicasterio, que ambos hicieron una "ofrenda libre y voluntaria de la vida" que valida los primeros pasos en un proceso que podría concluir con su eventual santificación. 

¿Quién es Inés Arango Velásquez?

La hermana Inés Arango Velásquez, nacida en Medellín en 1937, fue una monja profesa de la Congregación de las Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia. En 1955, a los 18 años, ingresó a la vida religiosa y adoptó el nombre de María Nieves de Medellín. Durante más de dos décadas, se dedicó a la enseñanza en diversas regiones de Colombia, incluyendo Antioquia, Tolima y Córdoba.

Fue en 1977, respondió al llamado misionero y se trasladó a la región de Aguarico, en la Amazonía ecuatoriana, como parte de la primera expedición misionera de su congregación. Allí, trabajó estrechamente con comunidades indígenas, especialmente los huaorani, aprendiendo su lengua y compartiendo su vida cotidiana. 

Su labor se centró en la evangelización y en la defensa de los derechos de estas comunidades frente a las amenazas externas, como la explotación petrolera.

Para lograr la beatificación es necesario que sea reconocido un milagro por parte de los investigadores del Vaticano, debido a que se convierte en prueba de las virtudes y la santidad de una persona.
Colombia celebra ahora un paso más hacia el reconocimiento universal hacía a quien ha denominado, una de sus hijas espirituales más valientes.

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