Transmilenio cumple 25 años con virtudes y errores como referente de Bogotá

Transmilenio se ha convertido en sus 25 años de vida en un símbolo de la ciudad de Bogotá a pesar de que esta afirmación a pocos agrade. 

Desde hace un cuarto de siglo, la ciudad de Bogotá pasó de tener un sistema de transporte desordenado a contar con uno, que, si bien tiene fallas, le permitió a la capital ordenarse en esta materia y presentar un modelo más acorde a las necesidades de su población. 

Superada la guerra del centavo

y sus habitantes padecieron durante décadas de ´la guerra del centavo´, una costumbre que no solo convirtió al transporte de la ciudad en algo peligroso, sino que rezagaba a todos aquellos vinculados con el servicio y exponía a sus usuarios.

Desde su creación, Transmilenio se ha convertido en un referente mundial y son muchos los reconocimientos que ha tenido a lo largo de su vida, y después de 25 años, este sistema de transporte aplaudido y resistido sigue en expansión. 

Transmilenio permitió unir todos los puntos cardinales de la ciudad de Bogotá a través de troncales y además convertirse en un modelo integral, y si bien, son muchos los asuntos por corregir, han sido más los beneficios que ha traído para la población. 

Metro: un sueño cercano

Los expertos aseguran que no hay excusa para que una ciudad como Bogotá no tenga sistema de metro, algo en lo que se está trabajando y que en poco tiempo los bogotanos podrán ser testigos y disfrutar, pero para una ciudad de 9 millones de habitantes, sistemas de transporte como el de Transmilenio son vitales y su mejoramiento redundará en beneficios para toda la población y para la operación del mismo.

Durante estos 25 años los bogotanos se han quejado de la congestión de pasajeros en estaciones y en los buses, así como en las frecuencias y las rutas de los mismos, y la inseguridad, en muchas ocasiones, hace que los bogotanos no se transporten con total tranquilidad, pero pese a esto, el sistema ofrece grandes.

El desafío para los siguientes años consiste en superar todos los obstáculos y lograr que todos en la ciudad capital se sientan orgullosos y cuenten con un sentido de pertenencia, una misión difícil, pero posible.

Transmilenio es un referente de Bogotá y el reto por otros 25 años se plantea con sentido crítico, ambiental, funcional y cultural.