Portadores de Green Card pueden ser sospechosos para el Gobierno estadounidense

La política de inmigración de Donald Trump ha hecho que cierto tipo de visados se conviertan en una tarea bastante difícil de lograr, en especial para aquellos que buscan asilo o quienes habían sido beneficiados con el Parole humanitario o el Estatuto de Protección Temporal del gobierno de Joe Biden, pues estos ahora se ven en la incertidumbre de ser deportados a sus lugares de origen ante la cancelación de dichos programas.

Verde temor

Quienes poseen la Green Card también tienen bastante temor debido a que se han suspendido los trámites de este documento que significa el permiso de residencia permanente y se les ha quitado este beneficio a diferentes migrantes, al ser acusados de pertenecer a bandas delincuenciales como la venezolana Tren de Aragua, sin embargo, algunos afirman que el gobierno de Donald Trump ordenó detenciones y que muchas de estas personas no eran delincuentes, sino trabajadores sin problemas con la justicia en los Estados Unidos.

En medio de un ambiente enrarecido, aparecen las quejas de diferentes portadores de Green Card que denuncian haber sido sometidos a largos interrogatorios y a tratos abusivos luego de viajar al extranjero y retornar a los Estados Unidos.

La Green Card o residencia permanente, parece que en tiempos de gobierno de Donald Trump no es una protección garantizada, y, de hecho, pone en la mira a todos sus portadores porque muchos de ellos son considerados personas sospechosas por el gobierno de los Estados Unidos.

En pasados días, un ciudadano alemán que reside en los Estados Unidos y tiene la Green Card, denunció que después de un viaje a Luxemburgo fue detenido en el aeropuerto de Boston y sometido a un largo interrogatorio, y, además, fue ingresado a un baño para recibir una ducha de agua fría durante varios minutos.

Para los organismos de seguridad de los Estados Unidos, las salidas permanentes del país de inmigrantes portadores de la Green Card pueden ser sospechosas porque podría tratarse de personas con intereses delictivos o terroristas en los Estados Unidos.

El gobierno de Donald Trump ha desempolvado la vieja Ley de Enemigos Extranjeros que data de 1786 y se ampara en ella para justificar detenciones y expulsiones del país de personas que, cobijadas con la residencia permanente, son sospechosas de atentar o de ser un riesgo para la seguridad de los Estados Unidos.

El temor entre los portadores de Green Card es grande después de conocerse las historias de interrogatorios y de tratos abusivos por parte de efectivos de los organismos de seguridad de los Estados Unidos.