Indocumentados no se asoman a la calle ni para sacar la basura o recoger el correo

Las redadas que realiza el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ICE en los Estados Unidos y que pretende detener a migrantes indocumentados ha generado una gran preocupación en la colonia latina, cuyos miembros aportan la mayoría de inmigrantes extranjeros en el país norteamericano.

Redadas masivas: El pan diario

Desde que iniciaron las redadas masivas ordenadas por el presidente Donald Trump se ha detenido un buen número de indocumentados, entre los cuales figuran algunos con antecedentes y delitos en su haber, sin embargo, se denuncia que también se ha detenido a migrantes sin estatus legal con varios años de permanencia y que no han tenido ningún problema con las leyes y que son responsables de manutención de menores nacidos en los Estados Unidos.

En California, un estado hasta hace poco flexible en la aplicación de las leyes de inmigración, la situación se torna preocupante para muchos inmigrantes indocumentados a tal punto que un gran número permanece encerrado en sus casas y ni siquiera se acerca a la calle a tirar la basura o a recoger el correo por miedo a que los agentes de inmigración puedan detenerlos.

La situación en California afecta a los indocumentados, pero también a la economía que gira en torno a ellos porque varios negocios, en especial aquellos distribuidores y productores de comida como restaurantes, puestos callejeros y tiendas, han visto afectado su accionar y sus ingresos debido a que ya no cuentan con el mismo número de clientes, en su mayoría indocumentados trabajadores.

La situación comienza a preocupar debido a que no se sabe por cuánto tiempo se mantendrá la situación, de hecho, se esperan redadas masivas con mayor frecuencia debido a que California es uno de los estados que alberga mayor número de inmigrantes indocumentados, mayoritariamente oriundos de México.

Latinos residenciados legalmente o naturalizados se han encargado de ayudar a los migrantes haciendo sus compras y llevando alimentos hasta sus casas, teniendo en cuenta que estos no pueden salir por el temor a ser detenidos y deportados a sus países de origen, de igual manera, los servicios domiciliarios han aumentado.

La situación de incertidumbre se prolonga indefinidamente y para muchos se ha convertido en una pesadilla sin que se vislumbre una pequeña luz en el horizonte, y para empeorar la situación, muchos han dejado de trabajar y los recursos se agotan.