Atlético Nacional jugó para ser segundo de su grupo y lo logró perdiendo contra Olimpia

El grupo H de la Copa Libertadores llegó prácticamente resuelto a su quinta fecha, aún más después del categórico triunfo de Melgar sobre Patronato, por 5 a 0, en la noche de este miércoles. Así pues, el duelo en el estadio Defensores del Chaco de Asunción, entre Atlético Nacional y Olimpia, resultaba ser el duelo por el liderato del grupo, entendiendo que el ganador, podría tener un rival más ‘accesible’ en octavos de final.

Así pues, verdolagas y franjeados saltaron al terreno de juego buscando los 3 puntos que los afianzaran en el liderato, con un visitante al que le servían dos de los 3 resultados, solo mandándolo al segundo lugar la derrota en Paraguay. Desde la patada inicial, el local avisó y demostró que quería balón, oportunidades y marcador, logrando la apertura de este último apenas en 19 minutos, gracias a Mateo Gamarra, a pase de Alejandro Silva.

Los dirigidos por Paulo Autuori no reaccionaron y el local cada vez parecía hacerse más fuerte. De hecho, sobre 25 minutos Nacional pudo recibir el segundo pero terminó salvándose por poco, cuando el balón enviado por Jhohan Romaña fue devuelto por uno de los postes del arco protegido por Kevin Mier.

Nacional no aparecía en el partido, cometiendo graves errores en defensa y sin nada de peso en la zona de ataque. Aún con tiempo por delante en el cronómetro, parecía que lo mejor para el club cafetero era que terminara ese primer tiempo, buscando replantear el juego para el segundo y así, volver al partido al menos con el empate.

Sin embargo, con el inicio del segundo tiempo, y tras una gravísima desconcentración en la defensa, el Decano alargó la distancia con una sensacional definición de Guillermo Paiva. Si el 1 a 0 parecía un resultado insalvable, el 2 a 0 parecía lapidario, con un Nacional que saltó al terreno de juego con la misma actitud que en el primero, donde simplemente parecían esperar el final del partido.

El cronómetro avanzó rápidamente hasta los 64 y el juego era completamente tranquilo para los paraguayos, que se defendían con la posesión y ni siquiera sufrían el encuentro. Simplemente le permitían al verdolaga llegar hasta cierto punto de la cancha, antes de contenerlo y recuperar el balón. Nada tenía que ver este equipo con lo mostrado en partidos anteriores.

Al cierre del partido, ya cuando parecía un baile a favor de los paraguayos, Diego Torres apareció y puso el tercero de la noche, en el que ya era, por mucho, el peor partido de Atlético Nacional en la segunda era de Paulo Autuori, en un partido en el que la máquina verde nunca se encendió, perdiendo además posibilidades de liderato.