Por: Juliana Hernández • Colombia.com

Escándalo por "evento clandestino" en San Gil donde cantó Jessi Uribe

El panorama por coronavirus San Gil, Santander es bastante delicado.

El artista no se ha pronunciado hasta el momento. Foto: Instagram @jessiuribe3.
El artista no se ha pronunciado hasta el momento. Foto: Instagram @jessiuribe3.

El panorama por coronavirus San Gil, Santander es bastante delicado.

Una vez más Jessi Uribe se encuentra en el ojo del huracán, esta vez por haber participado en un multitudinario evento en San Gil, Santander, mientras esa región atraviesa uno de los picos más críticos a causa de la COVID-19.

Actualmente se encuentra al tope de la ocupación UCI, pero aún así se llevó a cabo la fiesta, la cual fue realizada en un reconocido hotel. Ésta estuvo amenizada no solo por el artista de música popular, también hubo otros colegas.

Hermes Ortiz, alcalde de San Gil, confirmó en Blu Radio que efectivamente dicha reunión fue "clandestina", pues aparte de no haber cumplido con las normas básicas de bioseguridad, no hubo aviso previo.

"No tuvo ninguna autorización por parte de la administración municipal. El evento fue privado y, al parecer, fue el cumpleaños del dueño del hotel", expresó el mandatario, dejando claro que habrán sanciones de por medio.

Agegó que ya se inició con la investigación pertinente y cuando se confirmen quiénes estuvieron tras la organización del encuentro masivo donde cantó el intérprete de "Dulce pecado", se tomarán medidas drásticas, como la suspensión de la etiqueta de bioseguridad del Hotel Catillo Resort, lo que ocasionaría su posible sellamiento.

La Policía de Santander reveló que el evento se realizó entre las 5 de la tarde y las 10 de la noche, por lo que los invitados no habrían incumplido con la restricción del toque de queda que se mantiene hace bastante tiempo en esa región.

Cristian Fabían Álvarez, gerente del establecimiento, aseguró en una entrevista con Caracol Radio que se exigieron pruebas PCR negativas para permitir el ingreso y que además, la celebración fue organizada en un espacio abierto ideal para 500 personas, en el que solo estuvieron 100. Sin embargo, una serie de videos difundidos demuestran lo contrario.

El alcalde criticó la falta de empatía e inconsciencia de los asistentes, pues es una falta de respeto con el personal médico del municipio, quienes han estado librando en los últimos meses, especialmente durante este tercer pico, complejas batallas para salvar la mayor cantidad de vidas posibles, mientras otro pequeño sector actúa con irresponsabilidad.