Por: Willmary Montilla • Colombia.com

Científicos advierten que niveles de HCFC-141b, siguen en aumento

Las emisiones del HCFC-141b, han aumentado, a pesar de las rígidas restricciones: los científicos advierten que la capa de ozono podría sufrir. 

Actualización
Los monitores de estos gases están en su mayoría, en América del Norte y Europa. Foto: Twitter @CNNOA
Los monitores de estos gases están en su mayoría, en América del Norte y Europa. Foto: Twitter @CNNOA

Las emisiones del HCFC-141b, han aumentado, a pesar de las rígidas restricciones: los científicos advierten que la capa de ozono podría sufrir. 

Científicos advierten que las emisiones del HCFC-141b han aumentado a lo largo de los años y esto podría ser el "Fin" de la capa de ozono. 

Según detallan medios especializados, el HCFC-141b es uno de los químicos que han sido identificados como "el culpable" de poder destruir la capa de ozono, los niveles han aumentado "de forma exponencial" y preocupa, por que de desconoce el origen. 

El equipo de Luke Western, un reconocido científico, reveló que las cifras vienen aumentando desde el 2017. "Creo que esto es una situación turbia", explicó el científico atmosférico, del laboratorio de monitoreo de NOAA. 

La teoría que manejan estos especialistas, es que pueda tratarse algún país que está haciendo "algo indebido", que quizás estén fabricando algo con esa sustancia y "no lo están declarando". 

En un trabajo de la BBC News se reveló que el poder destructivo de una tonelada de CFC-11 es igual a 5.000 toneladas de CO2 y este es uno de los derivados del químico HCFC-141b. El dioxido de carbono (CO2) también hace lo suyo, en cantidades desproporcionadas, acelera el "efecto invernadero" que destruye la capa de ozono. 

Ahora bien, el Protocolo de Montreal se repetirá en el 2023, cuando el panel técnico deberá presentar un nuevo informe sobre el verdadero estado de los gases que agotan la capa de ozono, los científicos tienen la esperanza, de que allí, se pueda revelar el "culpable" de esta alza en la emisión de gases. 

Uno de los detalles que capta la atención de los científicos, es que los sensores que captan la emisión de este tipo de químicos no están ubicados en todos los continentes y es por ello, que quizás están "omitiendo" a países en América del Sur, África y Medio Oriente.  

Durante el 2019, estaciones de monitoreo en Japón y Corea del Sur, revelaron que las emisiones del gas "prohibido" en el mundo, provenían del este de China, sin embargo estos datos aún no han sido renovados. Aunque según la Administración Nacional Océanica y Atmosférica (NOAA) asegura que este tipo de gases no es tóxico para los humanos, tampoco son inflamables, sí generan un daño grave a la atmósfera.