Por: Redacción Tecnología| EFE • Colombia.com

Controversia por un exoplaneta que tenía 3 soles, pero que no existe

Un exoplaneta de tres soles, ha causado conmoción, por que en realidad "no existió". 

Actualización
El paralaje estelar es el movimiento aparente de una estrella cercana. Foto: Twitter @NASA
El paralaje estelar es el movimiento aparente de una estrella cercana. Foto: Twitter @NASA

Un exoplaneta de tres soles, ha causado conmoción, por que en realidad "no existió". 

Hace cinco años un equipo de científicos dio a conocer la existencia de un exoplaneta que orbitaba tres soles, pero nuevos datos y observaciones han llevado a sugerir que realmente no existe, por lo que los autores del estudio decidieron retirarlo.

Science, la misma revista que divulgó en 2016 el hallazgo, se hace ahora eco de la retractación que publica el grupo encabezado por Kegin Wagner, de la Universidad de Arizona (EE.UU).

En su artículo, presentaban un planeta gigante gaseoso identificado como HD 131399Ab en un sistema planetario con tres soles, situado a unos 320 años luz de la Tierra en la constelación de Centaturus y que tendría unos 16 millones años, con lo que sería uno de los exoplanetas más jóvenes descubiertos.

Los autores señalan ahora que, tras aquella publicación, otro equipo realizó observaciones de seguimiento que sugieren que “la detección del exoplaneta podría haber sido un falso positivo”.

Wagner y su equipo consideran que la estrella primaria HD 131399A tiene “un paralaje varias veces mayor que el presunto exoplaneta, lo que confirma que el objeto es una fuente de fondo y no un exoplaneta asociado al sistema estelar en cuestión”.

El paralaje estelar es el movimiento aparente de una estrella cercana contra el fondo de estrellas más distantes cuando la Tierra gira alrededor del Sol y sirve para medir la distancia que nos separa de ellas.

Hay que recordar que el hallazgo había sido publicado "como un gran logro" en revista especializadas, el Observatorio Europeo Austral, anunció que era el planeta más exótico "había sido identificado" de los dos soles en su firmamento. El equipo tuvo que retirar el estudio original, explicando que el planeta nunca estuvo ahí, no existía. 

El nuevo mundo estaba en la constelación de Centauro, a 320 años luz de la Tierra, para poder detectarlo tendría que viajar tres siglos y 20 años más a la velocidad de la luz hasta alcanzarlo, algo impensable para las naves espaciales que existen en la actualidad.  Así que era casi "imposible" verificar su existencia.