Satélites enviados al espacio para mejorar las conexiones tienen en alerta a los astrónomos
La tecnología avanza y los dispositivos móviles requieren actualizaciones para mejorar las comunicaciones, pero estos procesos han trascendido a otros escenarios que han significado un riesgo.
La tecnología avanza y los dispositivos móviles requieren actualizaciones para mejorar las comunicaciones, pero estos procesos han trascendido a otros escenarios que han significado un riesgo.
Gracias a la llegada de la tecnología 4g, la escalada por alcanzar el posicionamiento de satélites está siendo más deseada. De acuerdo a Enter.co, un claro ejemplo de ello es Elon Musk, con su empresa Space X y su proyecto Starlink, con el que se pretende, compartir internet banda ancha que sea capaz de llegar a todos los rincones del planeta. Este proceso, no es nada fácil ni económico, pues para ponerlo en marcha se necesita el envío al espacio de satélites, los que permitirán dicha conexión de manera eficaz.
Las repercusiones de estos alcances, son los que han puesto en alerta a los astrónomos, la misma Unión Astronómica Internacional (IAU) emitió un comunicado en el que manifestó su preocupación por la multiplicación masiva de satélites que actualmente orbitan en el cielo. Uno de los principales problemas es que, por el brillo que emiten estos artefactos, se dificultan las labores que cumplen los astrónomos.
Así mismo, tal como detalla el medio anteriormente mencionado, el organismo tuvo que establecer un Centro para la Protección de Cielos Oscuros y Tranquilos de Interferencias de Constelaciones de Satélites. Él lanzamiento el pasado 10 de septiembre, del satélite de telefonía BlueWalker 3, que tiene como objetivo tener conexión 5g, fue el que encendió las alertas de los expertos.
La implementación de este, requiere una serie de antenas en el espacio. El satélite, ocupa unos 64 metros cuadrados y se posiciona como el satélite comercial más grande y brillante que se ha puesto en órbita, claro está que no es el único que se ha enviado.
Después del envío, a IAU determinó que el satélite es el objeto celeste más luminoso jamás observado en el espacio. Entre las repercusiones, señalas que deja rayas en el cielo que generan una significativa contaminación lumínica, lo que hace imposible observar el cielo con precisión desde la tierra.
“Además de eclipsar todas las estrellas (excepto las que son más brillantes que el satélite), el BlueWalker 3 también utiliza frecuencias de radio terrestres. Esto se traduce en que las frecuencias también obstruyen el trabajo de los radioastrónomos. Como si fuera poco, el proyecto de AT SpaceMobile también representa un peligro para todas las constelaciones, es decir, las que son comerciales y las que no. Aparentemente, esto supondría un gran riesgo de colisión” comenta Enter.co.
La entidad que detectó el problema, mencionó que, aunque entienden que estos artefactos son enviados con un propósito benéfico para la sociedad, “su interferencia con las observaciones astronómicas podría dificultar gravemente nuestra comprensión del cosmos. Por tanto, su despliegue debe realizarse teniendo en cuenta sus efectos secundarios y con los esfuerzos necesarios para minimizar su impacto en la astronomía”.
Caso omiso a esta alerta, la noticia reciente es que SpaceX, obtuvo la aprobación de Estados Unidos para enviar hasta 7.500 satélites como parte del despliegue de Gen2 Starlink, que tiene la intención de llevar conexión a zonas con cero accesos al internet.