Por: Jessica Mutis • Colombia.com

Investigación revela el poder de la saliva de un gusano para descomponer bolsas plásticas

La especie de gusano de cera demostró en la investigación que su saliva cuenta con enzimas claves para la degradación del polietileno.

La especie de gusano de cera demostró en la investigación que su saliva cuenta con enzimas claves para la degradación del polietileno. Foto: Shutterstock
La especie de gusano de cera demostró en la investigación que su saliva cuenta con enzimas claves para la degradación del polietileno. Foto: Shutterstock

La especie de gusano de cera demostró en la investigación que su saliva cuenta con enzimas claves para la degradación del polietileno.

El estudio fue realizado la doctora Federica Bertocchini (Centro de Investigaciones Biológicas de Madrid) en colaboración con dos investigadores de la Universidad de Burgos (UBU), Pilar Castroviejo y Tomás Torroba. Los plásticos, se han convertido en un temible problema que amenaza directamente al medio ambiente, por medio de sus macropartículas ha llegado a afectar la vida del océano, glaciares y la salud en general de los seres vivos. “La contaminación plástica se considera una preocupación ambiental importante, y el polietileno representa alrededor del 30% de la producción de plástico sintético”, señala la investigación. 

Desde el año 2017 la especialista Bertocchini, ha estado arduamente trabajando en este proyecto, han sido 5 años de arduo estudio junto a su equipo de trabajo para lograr entender el proceso que realizan dichos animales. Todo sucedió debido a que estos parásitos se alimentan de la cera de las abejas y, en un esfuerzo por proteger sus colmenas de la destrucción, Federica colocó bolsas de plástico sobre ellas como protección.

Ha sido por medio del microscopio confocal Raman del Parque Científico Tecnológico de la UBU con el que lograron monitorizar el proceso por el que las enzimas degradan el polietileno en cuestión de horas y que podrían revolucionar el reciclaje de plásticos.

Fue a temperatura ambiente que los gusanos lograron deshacer el plástico, sus enzimas trabajaron juntas para crear agujeros visibles en la superficie del plástico y oxidar simultáneamente el material. “Para que el plástico se degrade, el oxígeno debe penetrar en el polímero. Este es el primer paso de la oxidación, que suele ser resultado de la exposición a la luz solar o a las altas temperaturas, y representa un cuello de botella que ralentiza la degradación de plásticos como el polietileno, uno de los polímeros más resistentes. Por eso, en condiciones ambientales normales, el plástico tarda meses o incluso años en degradarse”. Indicó Federica.

Añadiendo “Estas enzimas que ahora se han descubierto son las primeras y únicas conocidas capaces de degradar el plástico de polietileno oxidando y descomponiendo el polímero muy rápidamente tras unas pocas horas de exposición sin necesidad de tratamiento previo y trabajando a temperatura ambiente”.

Aunque la investigación es solo el inicio, los expertos esperan con ayuda de la tecnología lograr encontrar una salida eficiente para disminuir de manera natural la desintegración y propagación del plástico que sigue amenazando constantemente al planeta y la vida.