Ponen a prueba en Japón el primer barco de pasajeros impulsado con hidrógeno

La compañía asiática Tsuneishi Facilites & Craft y la belga CMB.TECH fueron ls encargadas de desarrollar el primer barco comercial de pasajeros que funciona con hidrógeno, y entre sus características se destacan sus 20 metros de eslora y 5,4 metros de manga, tiene capacidad para 80 pasajeros, opera a una velocidad de servicio de 23 nudos. Recientemente, se realizó un breve trayecto de prueba por la bahía de Tokio.

Así mismo, está equipado con un motor de combustión dual alimentado con hidrógeno de baja pureza y con diésel, función que, según las empresas, garantiza la operabilidad del navío incluso en caso de accidente ya que es más sencillo contar con depósito de reserva de diésel que de hidrógeno o de problemas en la cadena de suministro del segundo.

La manera en que este artefacto funciona es, mediante un sistema informático que lo que hace es dosificar de forma automática el nivel de hidrógeno que alimenta al motor, para mantener la potencia requerida desde los mandos y en función de las condiciones del mar.

De esta forma, si el hidrógeno entra a un nivel del 20% del consumo energético del motor, las emisiones contaminantes se reducen en un 20%, y si ese combustible entra al 50%, el recorte de CO2 y otros gases nocivos baja en la misma medida.

La aplicación de este elemento en los transportes con motores de mayor consumo energético como los aviones y barcos de pasajeros, no es tan fácil de implementar puesto que, se requiere una gran cantidad de hidrógeno de alta pureza, mucho mayor a la que se usa en vehículos cómo automóviles o autobuses. Entre las problemáticas que enfrentan los desarrolladores se encuentran las logísticas y de seguridad que sugiere el manejo del hidrógeno, un gas que se caracteriza por ser altamente inflamable, difícil de almacenar y susceptible a fugas por ser más ligero que el aire.

"Nuestro mayor obstáculo es el suministro de hidrógeno", manifestó a EFE Yu Aonuma, jefe de operaciones de la empresa conjunta, quien apunta al problema de "la pescadilla que se muerde la cola": casi no existen proveedores del combustible porque no hay por el momento suficientes empresas que lo demanden a gran escala.

"Por eso hemos creado este barco, con la idea de fomentar la demanda en el mercado de hidrógeno", aseveró Aonuma. El barco consume unos 100 kilogramos diarios de ese combustible, o unas 20 veces más que un vehículo con pila de combustible de hidrógeno.