Por: Alexandra Mendez • Colombia.com

Halloween: No deje que su hijo exceda la cantidad máxima de azúcar que puede consumir

De acuerdo con expertos, el alto consumo de azúcar representa un riesgo para la salud de los infantes.

La cantidad de dulces que pueden comer los niños en Halloween. Foto: Freepik
La cantidad de dulces que pueden comer los niños en Halloween. Foto: Freepik

De acuerdo con expertos, el alto consumo de azúcar representa un riesgo para la salud de los infantes.

A través de los años, la festividad conocida como Halloween o Día de los niños, que se celebra el 31 de octubre, se ha convertido en una de las favoritas de todos los tiempos, pues además de que para los más pequeños representa una gran ilusión el disfrazarse de su personaje favorito, es la noche en que miles de infantes pueden consumir dulces sin restricción.

Sin embargo, el tema del consumo excesivo de azúcar en los menores representa un problema mayor al que no se le presta la debida importancia. Algunos estudios han establecido los peligros que tiene la ingesta desmedida de dulces en estas fechas.

Uno de estos fue la investigación de la web ‘Cupon Follow', que indica que en Estados Unidos para estas fechas, los niños consumen cerca de un kilo de dulces y caramelos en promedio; es decir, lo equivalente a 3 tazas de azúcar o 220 sobres.

De acuerdo con la investigación “tal consumo de azúcar representa un riesgo para la salud de los infantes”, pues puede desencadenar problemas metabólicos, dentales o enfermedades crónicas graves. 

Aunque esta fecha solo ocurre una vez al año y hay que dejar que los niños disfruten la celebración al máximo, es importante controlar lo que consumen en todo momento para evitar riesgos futuros o problemas estomacales inmediatos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo recomendable para los niños es no sobrepasar los 37 gramos diarios de azúcar (1750 calorías), equivalentes a 7 cucharaditas de azúcar.

Si bien exceder estos niveles un día no está mal, el problema radica cuando los niños se acostumbran a consumir más azúcar del necesario, ya que puede traer serios problemas como obesidad, colesterol alto, diabetes, presión arterial alta, daño al páncreas, hiperactividad, problemas de concentración, entre otros.

De acuerdo con el estudio mencionado, lo recomendable es que los infantes menores de dos años no consuman azúcares añadidos en ninguna época del año, pues en esta edad es mucho más perjudicial para la salud.

Otro estudio del portal español Infosalus, denominadoStop azúcar: el peligro oculto para el desarrollo y la salud de los niños (y también para los adultos)", indica que si bien el cuerpo necesita glucosa como fuente de energía, esta se puede obtener a partir de carbohidratos complejos como cereales integrales, frutas y verduras o también se puede fabricar a partir de proteínas y grasas.

Expertos aseguran que alrededor del 70% de los alimentos procesados contienen algún tipo de azúcar añadido, por lo que se debe limitar su consumo al mínimo. La ingesta de altos porcentajes de azúcares puede traer consecuencias tanto a largo como a corto plazo según esta investigación.

“Desde efectos sobre la memoria y la concentración hasta la caries dental, las enfermedades cardiovasculares y el riesgo de diabetes, el desarrollo de la enfermedad del hígado graso, los problemas gastrointestinales, y la inflamación a gran escala que puede manifestarse con muchos síntomas, incluidos el asma y el acné”, concluyen los doctores Goran y Ventura, autores de la investigación.

Los doctores advierten además que el consumo desmedido de azúcares puede interferir en el estado de ánimo de los más pequeños: “A medida que los niveles de azúcar en sangre suben y bajan, también lo hacen los niveles de energía y el estado de ánimo. Tienden a estresarse más fácilmente. Una dieta alta en azúcar también se ha relacionado con problemas de salud mental a largo plazo, como la depresión”, advierten.

Entre los efectos a largo plazo se establecieron el deterioro cognitivo temprano y la enfermedad de Alzheimer en la edad adulta: “Se cree que esto sucede a través de los efectos sobre las enzimas y proteínas importantes del cerebro que mantienen la función y la plasticidad, o la capacidad de sinapsis del cerebro para crecer y cambiar”, establecieron los investigadores.