Por: Jessica Mutis • Colombia.com

Joven nigeriano construyó robot a partir de restos de basura

Auwal-Barde es el nombre de este chico de 17 años que demoró dos años para desarrollar el robot que imita movimientos humanos.

El joven es graduado en 2021 de la Escuela Secundaria Gubernamental Sabuwar-Kofa. Foto: Youtube 2nacheki
El joven es graduado en 2021 de la Escuela Secundaria Gubernamental Sabuwar-Kofa. Foto: Youtube 2nacheki

Auwal-Barde es el nombre de este chico de 17 años que demoró dos años para desarrollar el robot que imita movimientos humanos.

Toda la creación se dio a partir de residuos encontrados en los desechos que normalmente no se usan o quedan en el olvido, pues Barde quiso ir más allá y darle un verdadero uso aprovechable a ello, restos de cables de cobre, tuberías, cartón o metales para crear este androide apodado 'iTech' aportándole indudablemente su granito de arena al planeta y rectificando que todo aquello que parece inservible realmente puede cumplir alguna función. Su creación funciona con energía eléctrica. 

El joven es graduado en 2021 de la Escuela Secundaria Gubernamental Sabuwar-Kofa, en Kano, su estado natal. Obtuvo siete créditos en materias de ciencia en el Consejo de Exámenes de África Occidental.

“No puedo decir la hora exacta en que comencé a inventar o fabricar cosas. Simplemente crecí en eso. He construido mini autos y mini vehículos de construcción, luego pasé a los robots porque me gustan. A menudo los veo en las películas, así que decidí crear el mío y lo hice. Empezó como una broma; Realmente no creía que pudiera hacerlo, pero luego lo hice”, señaló al diario local al Daily Trust. 

Por otra parte, el padre del menor Malam Auwal Barde, expresó al mismo medio que en memoria tenía recuerdos de su hijo cuando a la edad de más o menos ocho años empezó a traer todo tipo de basura a casa para construir sus propios juguetes. 

Fue durante la pandemia que Isah como es su primer nombre, empezó la construcción de iTech, justo después de que la pandemia se apoderara de todos los lugares públicos y les impidiera regresar a la escuela. 

Sobre la creación el menor explicó que “hizo uso de elementos locales para crearlo; hay motores, cartón, algunos elementos LED, cables de cobre, aluminio, neumáticos, tuercas y tuberías. Básicamente, todo se obtiene localmente de personas y en lugares como Jakara, un mercado cercano aquí donde se venden desechos. Compré los motores y otras cosas de secadores de pelo que ya no funcionan y los trajeron al mercado para venderlos como chatarra.

“Me costó casi N30,000, pero no es todo lo que compré en el mercado que conecté al robot. A veces, había comprado cosas en el mercado y al llegar a la casa me daba cuenta de que no le serviría al robot, entonces lo desviaba a otra cosa. Algunos de los motores que compré se estropearon en el proceso. He estado en el mercado de Jakara unas cinco veces y con hasta 3000 nairas en cada ocasión”. 

Isah aspira estudiar ingeniera robótica o mecatrónica, pero espera poder unirse a una universidad fuera de su país donde pueda relacionar sus conocimientos con la inteligencia artificial, ya que su propósito es realizar un humanoide con estas características tecnológicas que se apoderan hoy en día del mundo.