Amagá, el hermoso pueblo antioqueño que vio nacer al expresidente Belisario Betancur

Si escuchamos decir que Amagá es vecina de Titiribí y Angelópolis quizás quedemos perdidos, a menos, claro está, que seamos oriundos de alguno de dichos municipios, porque, aunque muchos colombianos no lo sepan, estos tres nombres propios corresponden a tres municipios del departamento de Antioquia, aunque ahora nos ocuparemos del primero.

Amagá no es el pedido de un director técnico a un futbolista para que gambetee y deje sembrados en la grama a sus rivales, Amagá es una hermosa población ubicada a 36 kilómetros de la ciudad de Medellín y sobre el origen de su nombre existen un par de versiones, una que se deriva del lenguaje de los indígenas clitos que mencionaban “Amaká”, unión de dos vocablos que significaban “parecido a la sardina”, y otra, que tiene que ver con “Omogá”, la denominación de los indígenas Nutabes, una familia que dominaba la región que los españoles llamaron “Valle de las peras”, cuando no era la tradicional fruta la que estaba sembrada, sino que era el aguacate, fruto americano al que los europeos llamaban así.

El Morro de la Paila en Amagá vio nacer en el año 1923 a uno de sus hijos predilectos, el expresidente de Colombia, Belisario Betancur Cuartas, un político de origen humilde y montañero que se convirtió en una figura del partido conservador y que luego de ser candidato presidencial sin suerte, logró ser elegido para ocupar la Casa de Nariño entre 1982 y 1986.

Betancur Cuartas siempre nombró con orgullo a su tierra de Amagá y también sus orígenes  montañeros, y los nacidos en este bello municipio se enorgullecen al saber que un pequeño pueblo entre las montañas es la patria chica de un mandatario nacional.

Amagá reúne el espíritu antioqueño de gentes echadas para adelante, lo que se pone de manifiesto con una amena charla salpicada de buen sentido del humor típico de los antioqueños. Esta población basa su economía en la agricultura y en la minería de carbón, pues allí se han explotado sus minas desde hace siglos, por lo tanto, las fiestas del carbón son una importante muestra de su sentir popular.

Los túneles del ferrocarril son un atractivo turístico que hace evocar tiempos en los que este demonio que echaba humo por la boca, fue el motor del desarrollo, de eso quedan los recuerdos y la nostalgia, porque las vías férreas solo son un vestigio.

Amagá posee hermosos lugares naturales para disfrutar, uno de ellos es la cascada El Salto, a 30 kilómetros de la cabecera municipal, hermosas excusas para visitar una población muy agradable y en donde la vida se disfruta con la tranquilidad de un lugar habitado por gentes acogedoras.