Cáceres, Antioquia, el pueblo en donde la vida pasa como un rayo
En Cáceres, municipio del departamento de Antioquia, la vida se pasa como un rayo, pero no porque sus gentes sean agitadas, sino porque es la zona colombiana en donde más rayos caen y la cuarta en el mundo.
En Cáceres, municipio del departamento de Antioquia, la vida se pasa como un rayo, pero no porque sus gentes sean agitadas, sino porque es la zona colombiana en donde más rayos caen y la cuarta en el mundo.
La vida se pasa como un rayo en un municipio del nororiente del departamento de Antioquia, pero en este lugar como en cualquier otro sitio del mundo, las horas, los minutos y los segundos contienen la misma cantidad de tiempo, y como han dicho los comerciantes antioqueños que, para referirse a su amplio surtido de mercancías, hasta comparación botánica han impuesto, porque Cáceres es la “mata” de los rayos.
En este municipio de la región del Bajo Cauca antioqueño no temen a los espíritus del más allá, por que más acá bajan los rayos que han convertido a Cáceres en la región de Colombia en donde más rayos caen, y según la NASA, son la cuarta del mundo, razón que otros aprovechan para sacar pecho y decir que son tan importantes en el mundo que hasta los gringos los estudian, de repente un rayo cae cerquita y el que estaba afuera se mete muy adentro de la casa sin darle chance al gallo para calentar pescuezo.
En Cáceres pueden recibir cerca de 6.600 rayos al mes y en un área de apenas un kilómetro cuadrado pueden originarse 172 rayos, una cifra 43 veces mayor a la de Bogotá y 80 de los Estados Unidos.
Esta población es calurosa, su temperatura puede alcanzar los 32 grados y cuando se ve a la gente caminar por la calle con una sombrilla, se sabe que es para mitigar el sol, pero también por si al cielo le da por romperse a mandar agua como “arroz partido”, porque en este lugar la lluvia puede aparecer sin que el gallo pueda alistar su tonada.
En Cáceres caen rayos así llueva o haga sol, sin embargo, muchos de sus habitantes están acostumbrados y prefieren refugiarse en sus casas cuando hay tormenta, muchos apagan y desconectan sus electrodomésticos para evitar que una descarga les caiga por sorpresa, aunque muchos animales sufren las consecuencias, entre ellos el gallo que no alcanzó a cantar porque un rayo lo achucharró.
Cáceres tiene más de costeño que de paisa, allí el pescado es más popular que los frisoles y es un lugar tranquilo, aunque cualquiera diría que su gente vive agitada y presurosa como un rayo. Esta población está dedicada a la minería de oro, a la pesca y a la ganadería, pero un rayo en este lugar es tan poderoso que se compara con 45.000 bombillos iluminados, de acuerdo con estudios de la Universidad Nacional.
Quienes más mueren a causa de los rayos son los animales, pero también se registran fallecimientos esporádicos, como el de un joven que murió mientras hablaba por teléfono celular, el aparato atrajo el rayo y lo fulminó la descarga.
A pesar de esto en Cáceres no existe masiva migración, su gente se mantiene a pesar de los rayos, porque con rayos o sin ellos la vida sigue en este municipio, solo que iluminada y con el sonido de una descarga que más parece una explosión.