Capurganá: Porque tanta belleza sí puede ser cierta

Este paraje es considerado por muchos como una auténtica maravilla natural que vale la pena ser conocida, miles de viajeros, especialmente extranjeros han quedado fascinados con un lugar que parece el mismo cielo. El tesoro de su fauna y su flora es invaluable, que sumado a la amabilidad de sus habitantes conforman un ambiente sin par.

Ubicado en el paradisiaco golfo de Urabá, una tierra de impresionante riqueza natural y humana, y muy cerca de la frontera con Panamá, aparece Capurganá, un lugar que sirvió de hogar y remanso a los indígenas Kuna que lo nombraron como la “tierra del ají”, razón por la cual los nacidos en esta región colombiana cuentan con un carácter muy especial que hace más agradable la estadía para el visitante.

Hasta los años setenta, este hermoso paraje era casi desconocido para el país, y solo hasta aquel entonces alguien decidió conformar unas cabañas para que algunos turistas fuesen testigos y contarán al país que existe un lugar sin igual en el departamento de Chocó.

Capurganá es encanto por donde se mire y respire, cuenta con un mar de aguas cristalinas entre la selva tropical en el que guarda tesoros como arrecifes de coral, lugares más que soñados para la práctica del buceo y una vegetación que al conocerla puede darnos la sorpresa de encontrar entre su exuberancia hermosas cascadas como para no creer.

Para llegar por avión a Capurganá es necesario realizar la interconexión con el Aeropuerto Enrique Olaya Herrera de la ciudad de Medellín, por tierra se debe tomar la vía Medellín- Turbo o Medellín-Necoclí, lugares en los que a diario salen lanchas rápidas hasta el paradisiaco lugar.

Acandí es un santuario natural y su conservación es tarea de todos, por eso el ánimo ecológico es permanente y alienta a visitantes y habitantes, su belleza quiere perpetuarse, para no ser un simple lugar de vacaciones, sino un lugar que despierte el interés y la acción por la conservación de todo escenario natural.

Capurganá pertenece a la jurisdicción de Acandí, un municipio chocoano en donde la belleza se desborda y en donde las tortugas han encontrado su hogar sin riesgos porque cada habitante de este lugar es un guardián de estas especies, porque tanta belleza sí puede ser posible y agradeciendo a la vida este regalo, se esfuerzan por mantenerla para siempre.