¿Son los vapeadores tan malos para la salud como el tabaco?

Yamile Patiño, docente del programa de Terapia Respiratoria de la Fundación Universitaria del Área Andina muestra su preocupación por el alto uso de los vapeadores, que se han vendido en el comercio como un elemento que sustituye al cigarrillo y que no causa daños.

“El vapeador también tiene humo y va a afectar la parte respiratoria porque ese humo finalmente siempre va a tener algún componente que puede dañar el tracto respiratorio, que puede soportar impurezas pero no partículas que no sean normales en el proceso de respiración”, explica Patiño, quien es líder del proyecto 'Universidad Libre de Humo de Tabaco'.

Y es que los vapeadores no solo se han convertido en una opción para los fumadores sino que es un nuevo paso para aquellos que habían migrado al cigarrillo electrónico, que ya contaba con una advertencia de la Organizaicón Mundial para la Salud.

"Las pruebas existentes demuestran que los cigarrillos electrónicos no son solo vapor de agua. Su uso plantea graves amenazas para los adolescentes y los fetos", aseguró la organización en el 2017.

Si bien, tanto el humo del cigarrillo electrónico como el de los vapeadores resulta menos tóxico que originado de la combustión del tabaco, igual causa daño. ¿La razón? La experta explica que como el vapeador también tiene humo esto puede causar inflamación en los pulmones a corto plazo parecida a la provocada por los cigarrillos comúnes.

“Esto puede causa un daño en la mucosa y provocar crisis asmáticas e inflamaciones que pueden terminar en una bronquitis”, agrega.

Pero la irritación causada por el uso del vapeador también puede afectar los ojos, por ejemplo, y generar mareo en la persona. A pesar de que los vapeadores tienen diferentes sabores y este es justo uno de los ganchos que se utilizan para venderlos como inofensivos, esto, al ser un agente externo al cuerpo mezclado con humo, es malgino para quien lo respira.

¿Qué es lo que contiene un vapeador?

Primero, el vapeador o cigarrillo electrónico es un dispositivo que cuenta con una batería y una resistencia para calentar y vaporizar una solución líquida con diferentes ingredientes. El humo que genera el aparato es tan ligero que puede circular libremente por los pulmones.

Está compuesto en su mayoría por estos tres ingredientes:

Propilenglicol (generalmente en un 70%), que es un alcohol aceitoso, que podemos sentir también en pinturas y algunos medicamentos. Sus vapores pueden causar irritación de las vías respiratorias e irritar los ojos al tener contacto. Un ejemplo claro de su eso es el humo que se utiliza en los eventos a gran escala.

Glicerina vegetal (generalmente a un 30%), que es la misma que usan para fabricar jabones naturales.

Y finalmente, los aromas, que son aditivos alimentarios de origen sintético que viene de un derivado del petróleo. Sin embargo, en algunos casos, los vapers  cuentan con aditivos como el formaldehído, el acetaldehído, la acroleína y el diacetilo.

¡Respirar aire libre de humo!

Respirar un aire libre de humo es un derecho de los personas y evita, por ejemplo, que se desarrollen enfermedades respiratorias de forma pasiva. Según datos de la OMS, “el humo del tabaco es la causa del 90% de todos los cánceres de pulmón y es un importante factor de riesgo para accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos, entre otras enfermedades”.

Las cifras son alarmantes, al año cerca de 5,4 millones de personas fallecen a causa de enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco y de continuar esta tendencia, se estima que, en los próximos cinco años, este cause más decesos que el mismo VIH/sida, según datos de la ONG, Colaboración Cochrane.

En Colombia, Bogotá es la ciudad donde más prevalencia de fumadores existe. A 2018, el Ministerio de Salud dio a conocer que en la capital colombiana la cifra se encuentra en el 15,9% al igual que el departamento de Chocó, que solo es superado por Antioquia con 17,2%.

Para la experta, una de las soluciones complementarias a esta campaña es llevar un estilo de vida saludable que incluye una sana alimentación y la práctica de algún deporte o actividad física y claro, vivir y trabajar en un lugar libre de humo, como en este caso, ha logrado serlo desde el 2018, Areandina.