Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración al arcángel San Rafael para conquistar un amor imposible

En temas del corazón el arcángel San Rafael también puede bridarte su ayuda, por eso, te compartimos una oración para pedirle por ese amor imposible que hay en tu vida.

Esta es la poderosa oración que puede ayudarte con un amor imposible. Foto: Shutterstock
Esta es la poderosa oración que puede ayudarte con un amor imposible. Foto: Shutterstock

En temas del corazón el arcángel San Rafael también puede bridarte su ayuda, por eso, te compartimos una oración para pedirle por ese amor imposible que hay en tu vida.

San Rafael es uno de los siete arcángeles de Dios, y teniendo en cuenta que le devolvió la vista a Tobit, se suele recurrir a él en temas de salud; no obstante, también puede ayudarte en otro tipo de situaciones en tu vida, como el plano sentimental, pues acompañó en su viaje a Tobit, hijo de Tobías, para vencer un demonio que le impedía casarse con Sara.

Es por esta razón que también puede convertirse en un apoyo para ti si tienes un amor imposible que quieres que se convierta en posible; para ello, hoy te dejamos la oración que puedes rezar a él, compartida por el portal ‘Mega Religiones’, la cual debes rezar 7 días seguidos, o 21 si es una petición muy difícil, encendiendo una vela de color rosado.

Oración por un amor imposible

Soberano Arcángel San Rafael, glorioso y bendito espíritu celestial que gozas de la visión beatífica y eterna del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de María Santísima y eres uno de los siete Arcángeles que están presentes y tienen entrada a la Gloria de Dios, recibe con misericordia esas súplica y desde los cielos envíame tus milagros y efectivos rayos para que mi vida cambie para bien y sea mucho mejor.

Glorioso y venerable Arcángel que eres digno de nuestra devoción y agradecimiento por lo mucho que nos das con tu ayuda y protección, por lo mucho que nos amas a los mortales, y por los muchos prodigios que obraba en nuestro favor, ya que eres fiel intercesor ante la Divinidad.

Te solicito escuches mi ruego lleno de desesperación y seas mi gran amigo y bienhechor: expulsa los males de mi cuerpo, aleja los peligros del alma y cuerpo, devuelve el aliento a mí dañado corazón y alivia las grandes penas y necesidades que me afligen.

Guíame, como lo hiciste con Tobías para que sepa atinar el camino correcto, acompáñame para que nadie me pueda hacer mal, protégeme para que ningún infortunio me sobresalte, dame consejo en las dudas y fortaleza en la debilidad, y lléname de paz y esperanza, de bienestar y tranquilidad en estos tiempos de tribulación.

Hoy te suplico con ilusión y llegó hasta ti, mi bello San Rafael, para que me rodees en tus alas amorosas, me des un milagroso auxilio en mi necesidad, y el consuelo y el alivio en todas mis aflicciones y enfermedades. Tú eres fiel compañero y a tu lado todo es posible, te pido tu especial bendición y colaboración ahora que me encuentro triste y agobiado(a) y no encuentro la salida para mis pesadumbres.

Tú que estás rodeando el Trono del Altísimo ruégale por mis problemas, por mis dificultades, y, por la sabiduría que Dios te ha concedido, y apelando con todo mi corazón a la Misericordia Divina, que nace del Padre, se expresa en el Hijo y se materializa en el Espíritu Santo; te pido que tengas a bien entregarle mis peticiones para que, si es su voluntad, me envíe su generosa ayuda: (presentar la solicitud de amor imposible y lo que quieres lograr).

San Rafael Arcángel, guía Celestial, médico de nuestra salvación, ángel del amor Divino, acude a mí y dame fortaleza en las debilidades, devuélveme la alegría y las ganas de seguir luchando y haz que consiga lo que con gran fe y esperanza he solicitado.

Bendito ángel del dolor y de la curación, alivia y sana mis sufrimientos tanto los del cuerpo, como los del corazón y del alma; sé mi auxilio en este mi complicado caso que parece perdido ilumíname, ayúdame en mi desesperación, y consigue que se alejen mis angustias y desasosiegos.

Te lo pido en el nombre de la Santísima Trinidad y para mayor gloria de Dios, te lo pido por mi Madre Celestial, que es Reina tuya y mía. Gloria a Dios Padre, Gloria a su Hijo único, gloria al Espíritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.