San José: la poderosa oración que es conocida por no fallar nunca
Se dice que existe una oración que no falla nunca, y que es dedicada a San José por su gran relevancia en la vida de Jesús; te contamos de cuál se trata.
Se dice que existe una oración que no falla nunca, y que es dedicada a San José por su gran relevancia en la vida de Jesús; te contamos de cuál se trata.
San José, por su gran importancia en el cristianismo, teniendo en cuenta la labor que cumplió con la familia sagrada, como lo era la Virgen María y Jesús, es uno de los santos más venerados y a quien muchas personas le depositan su confianza.
Precisamente, se le conmemora cada 19 de marzo, y se dice que hay una poderosa oración dedicada a él que es conocida por no fallar nunca; se menciona en el libro de oración ‘Pietá’, asegurando que “quien lea esta oración, la escuche o la guarde consigo nunca morirá de muerte repentina ni se ahogará, ni le afectará el veneno o caerá en las manos del enemigo, ni será quemado en cualquier fuego o derrotado en la batalla”.
Ten en cuenta que la debes rezar durante nueve mañanas por cualquier intención que tengas, o cualquier petición que quieras hacer, poniendo en práctica toda la fe, la paciencia y la confianza; además, puedes rezarla por ti mismo o por otra persona, siendo muy específico de quién esperas que reciba este beneficio espiritual, para que se haga realidad todo aquello que se anhela. Te compartimos dicha plegaria, que replicada por el portal experto ‘Aleteia’.
Oración a San José
Oh san José, cuya protección es tan grande, tan fuerte y tan inmediata ante el trono de Dios, a ti confío todas mis intenciones y deseos. Ayúdame, san José, con tu poderosa intercesión, a obtener todas las bendiciones espirituales por intercesión de tu Hijo adoptivo, Jesucristo Nuestro Señor, de modo que, al confiarme, aquí en la tierra, a tu poder celestial, Te tribute mi agradecimiento y homenaje.
Oh san José, yo nunca me canso de contemplarte con Jesús adormecido en tus brazos. No me atrevo a acercarme cuando Él descansa junto a tu corazón. Abrázale en mi nombre, besa por mí su delicado rostro y pídele que me devuelva ese beso cuando yo exhale mi último suspiro. ¡San José, patrono de las almas que parten, ruega por mí! Amén.