Por: Redacción Vida Sana • Colombia.com

Cáncer de mama: Descubre el poder del ejercicio en la prevención

La actividad física y el ejercicio se han relacionado como un factor protector en la aparición de cáncer de colón, cáncer de mama, cáncer de endometrio y cáncer en próstata.    

Al empezar con una rutina de ejercicios siempre obtendrá un beneficio para la salud. Foto: Shutterstock
Al empezar con una rutina de ejercicios siempre obtendrá un beneficio para la salud. Foto: Shutterstock

La actividad física y el ejercicio se han relacionado como un factor protector en la aparición de cáncer de colón, cáncer de mama, cáncer de endometrio y cáncer en próstata.    

Se ha comprobado que hasta una tercera parte de las los finales trágicos por cáncer están relacionadas estrechamente con la obesidad y el estilo de vida sedentario y el cáncer de mama no es la excepción.

Te puede interesar: ¿Cómo puedo prevenir el cáncer de seno?

Según Alejandro Sarmiento, Líder Científico de Bodytech afirma que “Las mujeres que realizan actividad física regularmente tienen un riesgo menor de padecerlo (entre un 20 y un 30 por ciento) que las mujeres sedentarias. El ejercicio regula las cantidades de hormonas -como los estrógenos y la insulina- que en altas cantidades son factores relacionados con la enfermedad”.

La realización de un programa de entrenamiento que se ajuste a las necesidades y características de cada mujer es una buena opción para tomar control o prevenir esta enfermedad.

De acuerdo con Sarmiento, al empezar con una rutina de ejercicios siempre obtendrá un beneficio para la salud, inclusive una persona con cáncer en etapa avanzada mejorará la funcionalidad y el estado de ánimo. Eso sí, debe mantener una intensidad moderada en los ejercicios cardiovasculares y de fuerza, mientras que el trabajo de flexibilidad se debe realizar según el nivel de tolerancia de cada persona.

La nutrición también es importante para mantener un sistema inmune fuerte. Por eso Sandra Pérez, nutricionista de BODYTECH recomienda complementar el ejercicio con hábitos alimenticios más saludables como:

- Consumir 5 porciones entre frutas y verduras al día.

- Disminuir el consumo de carbohidratos simples como dulces, gaseosas, tortas, postres, etc.

- Evitar los fritos y las preparaciones que contengan altos niveles de grasa.

- Ingerir entre 1,2 a 1,5 gramos de proteína al día por cada Kg de peso. Por ejemplo, si pesa 50 kg debe consumir 75 gramos de proteína de carne, pollo, pescado, huevo, etc.

- Comer carbohidratos saludables (fruta, jugo o harina) antes y después del entrenamiento.

- Fraccionar la porción de proteína diaria entre el día y la noche.

- Hidratarse con un promedio de ocho vasos de agua al día.

Efectos del ejercicio en el paciente con cáncer

“Cada condición de salud, enfermedad o patología maneja ciertas recomendaciones y restricciones cuando se refiere a la prescripción del ejercicio, por lo cual todas las personas que presentan una enfermedad crónica deben tener el concepto, apoyo y seguimiento de un profesional de la salud”, afirma el doctor Sarmiento.

Las personas que sufren de cáncer presentan fatiga, la cual genera inhabilidad para realizar tareas físicas a un ritmo acostumbrado o de fuerza debido a varios factores: mal procesamiento de los nutrientes, mayor requerimiento energético y la reducción en la ingesta de alimentos por nauseas, malestar, etc. El ejercicio le ayuda a superar esta condición, ya que mejora de manera notable la función cardiovascular, pulmonar y muscular, así como la circulación, ritmo metabólico, tono muscular, fuerza, coordinación y balance ayudándole a realizar actividades cotidianas sin limitaciones.

La falta de actividad física, por el contrario, reduce la masa muscular y ósea, situación que puede ocasionar fracturas, reduce la capacidad cardiovascular, aumentando el riesgo de padecer deficiencia cardiaca e hipertensión arterial.

Recuerde que es importante una prescripción precisa que contemple el estado de la persona, el tipo, la intensidad, la frecuencia y la duración del ejercicio y las condiciones en las que se debe suspender por la aparición de síntomas como náuseas y fatiga.

Para mujeres con cáncer mamario, un programa de entrenamiento que incluya ejercicio aeróbico y fortalecimiento muscular contribuye a reducir el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y osteoporosis lo cual es vital, ya que el tratamiento contra el cáncer mamario usualmente conlleva a estas dos situaciones. La paciente debe asesorarse con su médico tratante para determinar la intensidad apropiada con la que se debe prescribir el programa de entrenamiento. 

Te puede interesar:

Aquí hay algunas recomendaciones que pue...

Ver publicación completa