Por: Alexandra Mendez • Colombia.com

Hombre relató las experiencias paranormales que vivió en Auschwitz

El hombre relató sus experiencias más espeluznantes en un programa chileno.

Experiencias paranormales de un hombre en Auschwitz. Foto: Freepik
Experiencias paranormales de un hombre en Auschwitz. Foto: Freepik

El hombre relató sus experiencias más espeluznantes en un programa chileno.

En 1947, se dio apertura al campo de concentración y exterminio de Auschwitz, en la Polonia ocupada durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, que se extendía a unos 50 kilómetros al oeste de Cracovia, ante las puertas de la pequeña ciudad de Oswiecim.

El macabro lugar surgió como sitio de tortura para la población judía que se vio sometida a la “limpieza” ética de los nazis. Auschwitz fue el séptimo campo de concentración y el más grande construido por los nazis, después de Dachau (el primer campo de concentración construido en 1933), Sachsenhausen, Buchenwald, Flossenbürg, Mauthausen y el campo de mujeres Ravensbrück.

En fechas recientes, un programa de televisión chileno llamado “No te duermas”, tuvo contacto con un hombre que estuvo en el campo de concentración y quiso contar las experiencias paranormales que vivió allí.

Su nombre es Carlos Campos, un hombre de origen chileno que actualmente reside en Atlanta, Estados Unidos, quien acompañó su relato con fotografías y videos que le dieron fuerza y credibilidad. 

El hombre comienza su testimonio contando que vivió dos experiencias que lo dejaron marcado de por vida. Una de ellas fue con un misterioso trozo de madera que parecía tener una energía muy densa y macabra. 

"Hay dos cosas que me sucedieron. La primera con unos durmientes que tenían una astilla, un pedazo de trozo de madera pequeñito, que por algún motivo tuve un impulso de tomarlo porque uno de mis amigos en Chile lo había visto y él lo quería tener, pero la carga energética era tan grande que me tenía siempre muy intranquilo", recalcó.

Campos destacó que una vez pudo regresar a su país de origen se llevó con él aquel palito de madera, pero la carga energética era tan fuerte y espeluznante que empezó a sufrir de insomnio, delirio de persecución y ansiedad, por lo que decidió botarlo. 

Como no quería deshacerse del objeto misterioso en cualquier lugar comenzó a recorrer las calles de su pueblo, cuando de repente se encontró con una capilla llamada San Vicente de Paul, a la que decidió entrar pero estaba cerrada. 

"Se me ocurrió tocar el timbre para echarle agua bendita y botarlo por ahí. Le conté la historia a la señora que me atendió en la puerta y ella empezó a llorar”, dijo ante los periodistas que quedaron asombrados por su inquietante relato. 

El hombre continuó su historia diciendo que quedó petrificado cuando habló con la señora pues semanas atrás el sacerdote de la iglesia había fallecido. Pero lo más sorprendente del caso es que había escapado de Auschwitz.

"Llego y me dice '¿Sabes qué? El curita nuestro que falleció hace dos semanas atrás era polaco y vivió y se escapó de Auschwitz". Aquel hecho lo dejó muy intrigado. Posteriormente tomó la iniciativa de dejar el palito en la iglesia para mantenerlo bajo protección espiritual.

Al culminar su relato y hablar de las fotografías que compartió, Carlos señaló que en el lugar "hacía mucho frío y como a mí me gusta esto, yo sabía que algo podía suceder y algo podía encontrar. Mi cámara fotográfica estaba full carga y no querían funcionar".