Por: Prensa Liga Colombiana Contra El Cáncer • Colombia.com

Cáncer de piel: síntomas y formas de prevenirlo

Profesionales de la salud educan a la población sobre el cáncer de piel: qué es, cómo identificar sus síntomas y cómo puedes prevenirlo.

Expertos te enseñan a identificar o prevenir el cáncer de piel. Foto: Shutterstock
Expertos te enseñan a identificar o prevenir el cáncer de piel. Foto: Shutterstock

Profesionales de la salud educan a la población sobre el cáncer de piel: qué es, cómo identificar sus síntomas y cómo puedes prevenirlo.

Según la Cuenta de Alto Costo del Ministerio de Salud y Protección Social, en Colombia, durante el 2020 se evidenció un incremento del 20% en el número de nuevos casos de cáncer de piel, convirtiéndose en el tipo de cáncer más frecuente en el país. Con esta preocupación, la Liga Colombiana Contra El Cáncer y la Fundación Cáncer de Piel Colombia, han unido esfuerzos para educar a la población en riesgo en torno al cáncer de piel.

¿Qué es el cáncer de piel?

El cáncer de piel es un término general que incluye diferentes formas de tumores malignos originados en las células de la piel debido a la alteración en su ADN, presentados de dos maneras principalmente: cáncer de piel no melanoma y melanoma. Su diferencia radica en su nivel de agresividad, menor en el cáncer de piel no melanoma, y en su porcentaje de mortalidad, mayor en el melanoma. 

“Cualquier persona puede padecer cáncer de piel. Desde una persona que ha presentado lesiones graves por quemaduras solares, hasta las que se exponen de manera leve sin usar elementos de protección. De igual forma, existen características físicas que aumentan el riesgo, por ejemplo, personas más blancas o pelirrojas tienen mayor riesgo de padecer cáncer  de piel”, explica el Dr. Carlos Castro, Director Médico de la Liga Colombiana Contra el Cáncer.

“Algunas enfermedades genéticas, medicamentos o enfermedades que disminuyan la función del sistema inmunológico; antecedentes personal o familiar de cáncer piel, tener muchos lunares irregulares o grandes y tomar medicamentos que hagan su piel más sensible al sol también son factores de riesgo”, añade.

Existen otros factores de riesgo modificables como el uso de cámaras de bronceado, el consumo de tabaco y la exposición a sustancias como arsénico, alquitrán y otros presentes en el cigarrillo, hollín, compuestos industriales de diferentes usos, etc.

¿Cómo detectarlo?

Los carcinomas basocelulares, que son la forma más común de cáncer de piel, se pueden ver de muchas formas; generalmente las personas que consultan las describen como: 

  • Lesiones que parecen “barritos” persistentes por más de un mes, brillantes, que presentan vasos sanguíneos en la superficie
  • Lesiones que descaman, forman costra y no cicatrizan.
  • Lesiones con aspecto de lunares brillantes, que sangran con facilidad.
  • Lesiones con aspecto de cicatriz sin antecedente de trauma previo.

En cuanto a los carcinomas escamocelulares, que son la segunda forma de cáncer de piel, más común, las lesiones son descritas como: 

  • Lesiones rosadas, cafés o blanco amarillentas, que tienen una apariencia seca, carrasposa o verrugosa.  Pueden tener en la superficie una escama dura y zonas con costras hemorrágicas.
  • Nódulos o tumores de crecimiento rápido, en ocasiones con un cráter central duro, o simplemente como costras que no mejoran o úlceras que no cierran. 

Por último, los melanomas se presentan como un lunar nuevo con apariencia diferente al resto del cuerpo, o cambios en un lunar previo, que hace que se vea diferente en tamaño, forma y color, generalmente siendo más grandes, irregulares, oscuros o multitono, que un lunar normal.

Los melanomas se evidencian en lunares nuevos o peculiares. Foto: Shutterstock
Los melanomas se evidencian en lunares nuevos o peculiares. Foto: Shutterstock

¿Cómo prevenirlo?

El principal método de prevención contra el cáncer de piel es el autoexamen, por lo que es importante observar la piel de forma consciente (identificar asimetría, bordes, color, diámetro, evolución o aspecto) y organizada al menos una vez al mes. “Lo más importante, además del autoexamen, es acudir al especialista, no únicamente ante una señal de alarma sino como un hábito de prevención”. 

  • Protege tu piel, visita regularmente al dermatólogo y revisa periódicamente tus lunares (1 vez al mes).
  • Uso diario de protector solar, con un Factor de Protección solar (FPS) mínimo de 30, adecuado para el tipo de piel.  Debe repetirse de acuerdo a la actividad que se tenga en el día. 
  • Uso de ropa y accesorios como sombreros de ala ancha y lentes con protección UV que protejan la piel y los ojos. De igual manera, uso de pantallas físicas que den sombra o disminuyan la radiación ultravioleta como sombrillas o pantallas para carros.
  • Realizar actividades en zonas cubiertas en los períodos de mayor radiación (9:00 am a 3:00 pm).
  • Realizar mensualmente el autoexamen.