Por: Alexandra Mendez • Colombia.com

Comer tarde en la noche promueve el aumento de peso, según estudio

Te contamos la razón por la que comer muy tarde en la noche aumenta el riesgo de obesidad.

Comer tarde en la noche promueve el aumento de peso. Foto: Shutterstock
Comer tarde en la noche promueve el aumento de peso. Foto: Shutterstock

Te contamos la razón por la que comer muy tarde en la noche aumenta el riesgo de obesidad.

Muchos expertos aseguran que comer a altas horas de la noche no es tan bueno para la salud, ya que no solo ralentiza la digestión e impide el buen descanso, sino que también favorece el desarrollo de condiciones como el sobrepeso y la obesidad. 

Por años, los expertos han intentado descifrar las razones por las cuales consumir una gran cantidad de alimentos tarde en la noche se relaciona con un mayor peso corporal. La respuesta a esta incógnita sería que esta práctica cambia los mecanismos fisiológicos y moleculares del cuerpo que favorecen el aumento de peso. 

Lo anterior se comprobó mediante un experimento realizado por investigadores de la Universidad de Harvard. En dicho análisis descubrieron además que comer más temprano en el día es beneficioso para el apetito y el control del peso corporal. 

Los hallazgos de este estudio, publicados en la revista Cell Metabolism, indican que comer tarde aumenta la sensación subjetiva del hambre al día siguiente e incrementa la proporción de hormonas del hombre en la sangre. 

Asimismo, según los expertos, este hábito genera cambios moleculares que promueven el almacenamiento de grasa y provocan una disminución en la cantidad de calorías quemadas al día siguiente.

Queríamos probar los mecanismos que pueden explicar por qué comer tarde aumenta el riesgo de obesidad", explicó el autor principal Frank A. J. L. Scheer, PhD, Director del Programa de Cronobiología Médica en la División de Trastornos Circadianos y del Sueño de Brigham.

“Investigaciones anteriores realizadas por nosotros y otros habían demostrado que comer tarde se asocia con un mayor riesgo de obesidad, mayor grasa corporal y menor éxito en la pérdida de peso. Queríamos entender por qué”, añadió.

El estudio se llevó acabo con un total de 16 voluntarios, a los que se les solicitó que siguieran dos horarios de comidas diferentes durante seis días cada uno. En el primer periodo los participantes debieron consumir su última comida del día aproximadamente seis horas y 40 minutos antes de acostarse.

En el segundo, los voluntarios tuvieron que comer todas sus comidas cuatro horas después de lo habitual, saltándose el desayuno, es decir que su última comida del día la tuvieron que consumir dos horas y media antes de dormir. 

Todos los participantes llevaron una dieta controlada y se analizaron factores como la influencia de la apetito, el impacto de la hora de comer en las calorías quemadas y los cambios moleculares del tejido graso. También se realizaron análisis de sangre en los voluntarios para observar los niveles de hormonas reguladoras del apetito.