Estudio revela que las fases de la luna influyen en el sueño

Probablemente habrás notado que hay temporadas en las que sueles dormir mucho mejor y otras en las que tardas mucho más en conciliar el sueño y este dura un poco menos; pues bien, debes saber que es completamente normal y no eres el único que pasa por esto, de hecho hay una muy buena razón para que esto suceda: lo produce el ciclo lunar.

Así es, aunque parezca algo extraño el pensar que la luna puede tener algo que ver en el descanso de las noches, lo cierto es que sí es posible y una reciente investigación lo ha comprobado. Se trata de un estudio realizado por la Universidad de Washington, la Universidad de Yale, ambas en Estados Unidos, y la Universidad Nacional de Quilmes, en Argentina, el cual fue publicado en la revista Science Advances.

El proceso

Para llegar a las conclusiones esperadas, los investigadores decidieron observar las variaciones del sueño en personas de entornos rurales y urbanos, más específicamente en comunidades indígenas del norte de Argentina y en estudiantes universitarios de Seattle. Para ello, a cada individuo le fue suministrado un monitor de muñeca para seguir sus patrones del sueño, durante uno o dos ciclos lunares completos.

Los resultados

Quienes lideraron este estudio pudieron observar que todos los participantes en la investigación mostraron oscilaciones del sueño a medida que la una avanzaba en su ciclo de 29,5 días, lo cual podría ser también una muestra de que los ritmos circardianos naturales están sincronizados, de alguna forma, con las fases del ciclo lunar.

De hecho, los primeros resultados que obtuvieron fueron de las comunidades indígenas, en donde a lo largo del ciclo lunar la cantidad total del sueño variaba en una media de 46 a 58 minutos, y a la hora de acostarse en unos 30 minutos. De esta forma, fue posible evidenciar que las personas se acostaban más tarde y dormían menos en las noches, de 3 a 5 días antes de la luna llena, mientras que en la luna nueva era todo lo contrario.

Al obtener esta información decidieron proceder a analizar los datos de los 464 estudiantes de Seattle, quienes demostraron las mismas variaciones. Según los investigadores, esto podría ser producto de que en los días anteriores a la luna llena hay mucha más luz natural después del atardecer, lo cual influye en las oscilaciones de las variables biológicas en intervalos de tiempo (mejor conocidas como ritmos circardianos).