El cuerpo es más sensible al dolor en estas partes, según expertos

El dolor es un sentimiento que ha sido estudiado por diversos investigadores a lo largo de los años y aunque las personas podemos sentirlo a diario, quizás nunca te habías puesto a pensar por qué se produce este estímulo. Por eso, a continuación te contamos las causas y cuáles son las zonas del cuerpo que son más sensibles al dolor. 

El dolor es producido cuando el cerebro detecta una lesión en los tejidos corporales o una enfermedad en el organismo. En el momento en que una persona sufre algún golpe, los receptores de la zona corporal afectada envían señales al cerebro y este las interpreta como que algo no va bien en nuestro cuerpo.

Aunque muchos creen que el dolor solo se puede presentar de forma física, expertos han comprobado que también existe el dolor emocional producido por un sentimiento intenso de pena, tristeza o lástima por una u otra situación.

Según la Teoría de la Puerta de Control, establecida por los científicos Ronald Melzack y Patrick Wall, el dolor se compone de tres dimensiones: la sensorial; que está relacionada a la parte física, la motivacional; que se asocia a los fenómenos emocionales y la cognitiva; que es la interpretación que hace el cerebro del dolor en función de las experiencias y el contexto.

De acuerdo con un estudio realizado por Annals of Neurólogy, el dolor físico es el más común, por esto, se han establecido cinco partes que tienen mayor sensibilidad a este sentimiento. Te contamos cuáles son:

En primer lugar está el codo, donde se ubica el llamado “hueso de la risa”. Un golpe en esta zona del cuerpo genera un ligero hormigueo y un intenso dolor, esto ocurre por la poca cantidad de grasa y músculo que tiene.

En segundo lugar está la espinilla, pues este hueso se encuentra rodeado de poco músculo y porcentaje de grasa reducido, haciendo más vulnerable la exposición al nervio sensible al dolor.

En tercer lugar está el arco del pie, que es una de las zonas que menos se trabaja, esto la convierte en una de las más sensibles al dolor porque no desarrolla fuerza ni durezas en la piel que protejan de golpes y heridas. 

En el cuatro lugar están la punta de los dedos. Según la investigación, los extremos de los dedos son más sensibles que casi cualquier otra parte del cuerpo. De ahí que con lesiones diminutas, como cuando te cortas con un trozo de papel o te pinchan para hacerte una prueba de azúcar en sangre, estés un rato sintiendo molestias.

Y por último, en el quinto lugar está la rodilla. Esta zona del cuerpo no cuenta con suficiente tejido graso ni músculo que repela los golpes, y por el contrario la capa superior del hueso de la rótula está plagada de nervios sensoriales, por lo que ante cualquier daño, el dolor es mucho más severo.