Profesional de la salud advierte los riesgos de la falta de sueño: afecta el crecimiento y el rendimiento
Un neurólogo del Hospital Infantil Universitario de San José explica los riesgos de falta de sueño en edades tempranas.

Un neurólogo del Hospital Infantil Universitario de San José explica los riesgos de falta de sueño en edades tempranas.
El sueño y el buen descanso son necesidades básicas del ser humano, ya que durante la noche el cuerpo se regenera, recupera energía y realiza procesos fundamentales para el adecuado funcionamiento del organismo.
Un adulto promedio debe dormir entre 7 y 9 horas diarias. Según profesionales de la salud, en la infancia el descanso debe ser mayor, ya que durante esta etapa el organismo atraviesa procesos fundamentales de desarrollo físico, cognitivo y emocional.
Los niños que duermen bien generalmente consolidan una buena memoria, tienen un sistema inmunológico fuerte y un mejor estado de ánimo; sin embargo, los que no tienen un buen descanso pueden enfrentar diversas dificultades.
“Los niños que no duermen bien pueden experimentar problemas de concentración, bajo rendimiento escolar e incluso alteraciones en su desarrollo, ya que durante el sueño se produce la hormona del crecimiento”, explica el Dr. Miguel Silva Soler, neurólogo del Hospital Infantil Universitario de San José y Máster en Sueño.
El experto en salud infantil destaca que las necesidades de sueño cambian según la edad. Por ejemplo, un recién nacido requiere entre 18 y 20 horas de descanso al día, mientras que un niño de tres a cuatro años necesita 14 horas.
En la adolescencia, se recomienda entre 8 y 10 horas de descanso; no obstante, muy pocos jóvenes cumplen con esta cantidad de horas de sueño por múltiples factores, entre estos, los trastornos del sueño, el uso excesivo de pantallas y malos hábitos.
Los problemas y la falta de sueño en los niños puede pasar desapercibida o confundirse con falta de disciplina. Algunos de los trastornos más comunes son: apnea del sueño, insomnio infantil, sonambulismo y terrores nocturnos.
El doctor señala que estos trastornos alteran el descanso y pueden generar ansiedad en los niños y sus familias. Otras consecuencias negativas de la falta de sueño son la pérdida de memoria y la mala gestión de las emociones.
Recomendaciones para dormir mejor y evitar la falta de sueño
- Establecer horarios regulares para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana.
- Evitar el uso de pantallas al menos dos horas antes de dormir, ya que la luz azul altera la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Reducir el consumo de bebidas estimulantes y comidas pesadas en la noche, que pueden afectar la conciliación del sueño.
- Fomentar una rutina relajante antes de acostarse, como leer un libro o tomar un baño tibio.
- Crear un ambiente adecuado para el descanso, con poca luz, sin ruidos excesivos y una temperatura agradable.